Oscar Bianchi // Ni escarmientan ni cambian
Los últimos eventos que se han dado a nivel internacional han aumentado aún más la percepción negativa hacia régimen venezolano.
El informe presentado por la Misión internacional Independiente de investigación sobre la República Bolivariana de Venezuela fue contundente, presentando ante el mundo la violación sostenida de DD.HH. en el país, hizo mención de las ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas y otros abusos.
Se cumplió la 75.ª Asamblea General de la ONU, el presidente interino se dirigió por la vía expedita ante los representantes de los gobiernos del mundo y expuso una serie de situaciones sobre la realidad venezolana y ante la cual hizo la solicitud de ayuda humanitaria internacional, ya esperada por muchos venezolanos:
"Hoy les pido a todos los representantes de Estados Miembros que asuman la responsabilidad de asistir al Gobierno legítimo de Venezuela en su misión de proteger al pueblo venezolano, y considerar una estrategia que contemple escenarios luego de agotada la vía diplomática. Ha llegado el momento de acciones oportunas y decisivas”
Paralelo a esta, Nicolás Maduro descargó sobre la administración de Donald Trump la responsabilidad sobre el deterioro económico de su país y exigió el cese de las sanciones.
Por su parte la Alta Comisionada de los derechos humanos para la ONU Michelle Bachelet renovó su anterior informe sobre Venezuela en los que manifestó su preocupación por las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, que obstruyen las libertad de selección de los representantes de siete partidos políticos, y el nombramiento no consensuado de los miembros del Consejo Electoral, agrega la funcionaria:
"Investigaciones de la Fiscalía General venezolana muestran un patrón similar al documentado por mi oficina, en el que tras ejecutar a las víctimas ya neutralizadas, los cuerpos de seguridad las roban y manipulan la evidencia para presentar los hechos como un enfrentamiento".
También se hizo eco de informaciones que revelan que el 33 por ciento de las muertes por COVID-19 en Venezuela se han producido entre personal sanitario, debido sobre todo a la carencia de equipos de bioseguridad y de agua en los hospitales.
Como era de esperarse el régimen ha hecho frente a los informes y pronunciamientos de representantes de diversos gobiernos del mundo que han respaldado tales informes.
El representante del gobierno de Nicolás Maduro ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Jorge Valero, negó la veracidad del informe realizado sobre presuntos crímenes de lesa humanidad perpetrados por Nicolás Maduro y otros funcionarios, y aseguró que fue pagado por Estados Unidos.
Sin embargo, tal es la inocultable realidad que algunos voceros o funcionarios del régimen han emitido comentarios o consideraciones que dan por sentado la veracidad de los informes, por ejemplo, el fiscal general designado por la asamblea nacional constituyente, Tarek William Saab, considera necesaria una reestructuración de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES) y de todos los cuerpos policiales del país.
En algunos se pensó, tal vez por ingenuidad, la esperanza de que atendiendo a tales eventos, el régimen cambiara su actuación ante el padecimiento del pueblo venezolano por la situación de crisis a la que lo ha llevado, pero, duró poco esa ilusión, el régimen demuestra con más furia su talante dictatorial contra la población.
Ante las protestas realizadas por falta de combustible, la deficiencia total de los servicios públicos, sobretodo la electricidad, ocurridas en no menos de 17 estados, el régimen acentuó su abusiva represión, utilización de armas de fuego prohibidas segun la constitución, detenciones arbitrarias, violaciones de hogares para secuestrar a señalados de participar en las protestas, entre otras acciones.
Se habla de abrir las fronteras, especialmente la frontera Colombiana, algo esperado por muchísimos ciudadanos, es de pronósticos reservados la cantidad de venezolanos que aprovecharán tal medida para lo que sería una diáspora mucho mayor a la ocurrida antes de la pandemia.
La situación real del país es de una creciente y gigantesca crisis además de ello se observa la clara intención del régimen por someter a la población mediante la abusiva fuerza represiva intentando opacar cualquier protesta que se diera.
Se observa un despliegue estratégicamente equipado y armado de funcionarios pertenecientes a todos los cuerpos armados en las calles de cualquier ciudad o pueblo.
Pudiera ocurrir cualquier hecho sobrevenido, ya el pueblo no soporta la situación y el régimen no tiene ideas para solventar la crisis, se habla por algunos medios de un nuevo apagón nacional que no es posible detenerlo.
Urge una decisión de alto nivel que ayude a encaminar los esfuerzos y los recursos para solventar lo actual y lo venidero, es claro que permaneciendo Maduro y su régimen en Venezuela habrá solo abandono, pobreza, ruina y desolación.
Dios nos ayude, el mundo observa, solo pedimos que la decisión que asuman sea lo mejor para la doliente población venezolana.
Lcdo. Oscar Bianchi