El diario plural del Zulia

Moldes, por Ramón Guillermo Aveledo

Un libro dirigido a los jóvenes, Moldes para la fragua (nueva serie), es la obra de Rafael Caldera que en el marco del homenaje que por su centenario le rindió la Universidad Monteávila, acaba de presentarse. Trascendiendo a la ocasión, el académico Rafael Tomás Caldera nos entregó un discurso sobrio, atinado. Por la casa de estudios de Boleíta habló su ex rector, Joaquín Rodríguez Alonso, muy aplaudido por la concurrencia. A quien escribe, por haber prologado la limpia edición de Cyngular, correspondió el honor de cerrar el acto.

La metáfora metalúrgica escogida por Caldera para titular su colección de semblanzas de hombres y mujeres admirables en la vida cívica, intelectual o religiosa, retrata desde el comienzo al retratista. Suele suceder. A veces es obvio, como en Las Meninas de Diego Velázquez, otras hay que encontrarlo por las pistas que nos deja ver. Toda escritura es autobiográfica.

Fragua es el fogón para caldear metales que se pretende forjar. Molde, la forma en sólido que se quiere dar al metal fundido. Trabajo duro. Propósito. Ambas ideas están presentes. Por eso el prólogo que escribí por generosa invitación lo llamé “Buril”, el instrumento puntiagudo con el cual el grabador dibuja o escribe en el metal. La idea es continuidad, claro, y así mismo, innovación. Los cambios se basan en la experiencia. Ella nos da una base, un punto de partida, y también observaciones acerca de lo que debe cambiarse. Continuidad e innovación, innovación y continuidad. Del equilibrio entre ambas se tratan la civilización y la civilidad. Y esa hija de ambas, tan denostada como necesaria, que es la política.

Estadistas como Alcide de Gasperi y Eduardo Frei; maestros como Caracciolo Parra León; los sacerdotes Manuel Aguirre y Pedro Pablo Barnola, jesuitas ambos, y los monseñores José Rafael Pulido Méndez y Carlos Sánchez Espejo; Pedro Grases y Carlos Pi Suñer, venezolanos de leales servicios a la Patria, aventados a nuestras playas por el vendaval trágico de la Guerra Civil española; Jeannette Abouhammad Hobaica y Adelita Abbo de Calvani, mujeres excepcionales; los juristas David Blelloch, inglés, y Juan Carlos Puig, argentino, y un recio compatriota, abogado, político y funcionario, Julio Diez.

Caldera, luchador político tenaz y educador, nos presenta ejemplos. Esa es su intención con estos textos. Modelos muy útiles en estos tiempos de prueba crucial, para los líderes y para los ciudadanos de este país. Para todos. De allí su valor.

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