El diario plural del Zulia

Agosto: descanso y reflexión, por César Ramos Parra

La comunidad universitaria de LUZ entrará en un período de receso hasta el 19 de septiembre. La mayoría, limitados por la crisis económica para salir de vacaciones con la familia a otros lugares del país o al exterior, lo cual demandará la organización de un plan vacacional familiar más restringido, pero con seguridad, aprovechando el período para fortalecer la unión familiar y disfrutar en casa o lugares cercanos, del calor y el amor familiar, tan necesarios en estos tiempos de dificultades. El patrimonio más importante de cualquier persona es su familia. Estas circunstancias pueden constituir una estupenda ocasión para otorgarle con entusiasmo, la dedicación y atención que nuestras ocupaciones nos impiden conferirle durante el resto del año.

De igual modo, es una oportunidad para poner en orden muchas cosas, replantearnos metas, recuperar nuestras condiciones físicas con una rutina de ejercicios, evaluar nuestro desempeño en todos los órdenes y lógicamente, observar en el entorno oportunidades y amenazas que nos permita anticiparnos en la incesante búsqueda del crecimiento y desarrollo personal, para avanzar siempre con paso firme hacia un destino mejor. De allí que para un universitario, no puede estar ausente la lectura de un libro de autor calificado que nos posibilite orientar ese propósito de superación personal.

Llegamos a estas alturas del año, ciertamente con muchas dificultades. Hemos visto la profundización de los múltiples problemas que afectan la institución universitaria. Unos de orden extrínseco, otros son manifestación tangible de nuestras de ciencias internas: pérdida de identidad y sentido de pertenencia, crisis generalizada de valores, ambientes y condiciones inadecuadas para el cumplimiento de nuestras funciones, grave inseguridad personal y patrimonial, crisis de gobernabilidad, falta de motivación y desánimo del personal a todos los niveles, renuncia de profesores... entre tantos otros. Debemos entender que lógicamente, todo el entorno adverso que nos rodea determina igualmente, un estado de frustración limitante de nuestra creatividad para ser más productivos.

Pese a todo ello, debemos aprovechar este receso para renovar nuestra entereza, nuestra capacidad de lucha, nuestro entusiasmo y retornar en septiembre con una actitud más positiva y dispuestos, cada uno de nosotros a ofrecer, en nuestro ámbito, el concurso de nuestro esfuerzo individual para un mejor desempeño de nuestro equipo de trabajo, lo cual se traducirá sin lugar a dudas, en un mayor rendimiento del trabajo institucional. Las crisis se presentan en todos los países en diversas épocas. A los venezolanos nos ha correspondido esta oportunidad. Debemos extraer de ella sus enseñanzas e interiorizarlas como aprendizaje para el avance de nuestra sociedad, en la más absoluta seguridad de que ninguna situación es eterna y que veremos muy pronto la alborada de un nuevo amanecer. Debemos ser optimistas y tener fe en el Señor. Quienes creemos firmemente en él, no podemos dejarnos abatir por la desesperanza y estar dispuestos a fortalecer nuestra inteligencia emocional para que no afecte nuestro espíritu; pero igualmente, dejar de ser contemplativos, ofrecer nuestro aporte para una salida pací ca, constitucional como forma de revertir la crisis que a todos nos afecta. Que todos los universitarios disfrutemos en familia de este espacio vacacional. Amén.

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