El diario plural del Zulia

¿Votos del hambre o hambre de votos?, por Jorge Sánchez Meleán

Si desde abril de 2003 hasta agosto de 2004, Hugo Chávez retrasó el referendo revocatorio solicitado en su contra, hasta convertirlo en ratificatorio, apelando entre otras cosas a las misiones; hoy, Nicolás Maduro pretende hacer lo mismo, recurriendo a una afrenta al pueblo venezolano: Los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). En 2003, esas misiones en una situación económico-social muy diferente, fueron un efecto de demostración que influyó en la votación que salvaría al de Sabaneta. Hoy esas bolsas de escasez, en un país destruido, son un irrespeto a la dignidad humana de los venezolanos. Serán la piedra de molino que hundirá a este régimen, tan pronto se someta al veredicto popular. El hambre de votos de un régimen que nos tiene al borde del colapso, no puede llevarlo a obtenerlos apelando al hambre de algunos venezolanos. El descaro es tal, que esos “Comités” están integrados por activistas políticos chavistas provenientes de los consejos comunales, las UBCH y el frente Francisco de Miranda, más una mujer “revolucionaria”. Son ellos los que deciden a qué familias beneficiar y qué productos deben repartir. Quienes son beneficiados con bolsa, deben firmar y colocar su huella. En consecuencia, la distribución de bienes hecha con criterios partidistas,para saciar el hambre de votos del régimen, viola la Constitución en sus artículos 19,20,21 22, y especialmente el 305, que garantiza a todos los venezolanos la SEGURIDAD ALIMENTARIA. Un régimen desesperado por el rechazo popular, en vez de estimular la oferta de bienes y servicios en beneficio de todos los venezolanos, solo se preocupa de la distribución interesada de bienes cada vez más escasos, con el fin de mantener sus votos duros, a cambio de paliar al hambre de unos pocos, mientras destruye la red privada y pública de distribución de alimentos. Y como se reparte políticamente la escasez, una bolsita “chavista” solo alcanza para saciar el hambre cuatro días de una familia de cinco personas. Es decir, se reparte comida hoy y hambre para mañana. Es esa la lista de racionamiento de las bases chavistas, siendo aun mayor para el resto de los venezolanos que no gozan de ese privilegio. Estamos, pues, sobre una olla de presión sin válvula de escape. Es evidente que los “votos del hambre” no alcanzarán para saciar el “hambre de votos del régimen”. La mayoría de los venezolanos aun con hambre y sed, votarán por la democracia, el estado de derecho y una economía de mercado con justicia social.

Lea también
Comentarios
Cargando...