Marlon S. Jiménez García // Presidente obrerista roba a trabajadores
Causa estupor e indignación escuchar al usurpador procubano considerarse un “Presidente obrerista”. La realidad es que nunca los trabajadores, en su conjunto, han estado en peores condiciones, no solo desde el punto de vista salarial, sino también en lo social y en lo ético, como están ahora; nunca antes en el contexto laboral había existido en un Gobierno, políticas restrictivas que incidieran como vorágine de forma negativa en la calidad de vida de los entes laborantes y de los dependientes de estos. Éste régimen comunista, es y será, una cosa inútil y despreciable, el hecho de llamarse Maduro “presidente obrerista”, manifiesta de forma inequívoca que la “realidad construye la verdad”, porque esa afirmación del USURPADOR procubano, confirma que todo se debe a un engaño o artificio encubierto, propio y natural de los ñángaras.
La “realidad y verdad” es que tanto el Chávez antes, como el USURPADOR ahora, son anti obreristas y anti profesionales, son tramposos y malos cumplidores de sus obligaciones. En Venezuela la deuda interna, desde el punto de vista laboral en el sector público, aumentó en los primeros 12años del régimen comunista más de 600 por ciento; cuestión que se vislumbra en las condiciones laborales de los jubilados, aunado a los 14 ceros que le quitaron al bolívar, esa deuda se contrajo prácticamente a cero. Es decir, el régimen ex profesamente borró de la lista las deudas a todos los trabajadores del sector público. El régimen en casi todas sus Ministerios estaba súper atrasado en el pago de las prestaciones sociales; ahora es el trabajador que teóricamente le adeuda dinero al Estado; ya que con un salario de 1,3$ mensuales no podía pagar la cotización al IVSS, política habitacional, etc.; por ejemplo, en los ministerios de Salud y Educación cientos de miles de trabajadores que tienen “oficialmente” 12 y más años jubilados, no han recibido los pagos correspondientes, con la gravedad de que los cálculos de esas prestaciones sociales adeudadas, fueron hechos con salario de años anteriores a la fecha de jubilación, lo que significa que la inflación se “tragó” esos montos, en primera instancia y ahora tienen cero (0) Bs por prestación de antigüedad, por la cantidad de cero que le quitaron al bolívar; de nada le servirá a ellos para disfrutar de los años laborados y ni siquiera las gracias le han dado.
Igualmente ocurre con las universidades nacionales, es patético ver los cálculos de las prestaciones sociales de profesores, personal administrativo y obreros, realizadas en base a salarios de años anteriores, por no haber existido aumento salarial en el año de su final laboral, por ejemplo los jubilados del año 2010 en adelante, quedaron como “pajarito en grama”; literalmente le quedaron debiendo al Estado.
En pocas palabras, le hicieron a todos los trabajadores del país, sin excepción, el mayor robo del siglo, al patrimonio correspondiente a sus relaciones de trabajo, perdieron hasta la unidad familiar, en virtud de que con esos salarios, no podían ni siquiera satisfacer las necesidades fundamentales y los hijos y nietos huyeron en estampida del país a buscar un nuevo aliento extrapolando fronteras en otros países para ayudar a la familia a subsistir.
Doce años después de ese desmadre, más por presión internacional (OIT, CPI) que por la nacional (proscribieron de hecho los sindicatos y las Convenciones Colectivas) el USURPADOR aumenta el salario mínimo Nacional S.M.N de 1,3$ a 30$ (anclado al dólar NO al Petro) sigue siendo el salario mínimo más bajo del mundo y de allí por lógica, las tablas salariales sufren también un ajuste. Como en este país no hay Estado de Derecho, obviamente no se respeta la CN ni leyes, entonces es el USURPADOR quien tiene, por su cargo como DICTADOR, la potestad de imponer salarios y por supuesto, la “mano pelúa” favorece a unos sectores más que otros; por supuesto, claro, los fieles a la REVOLUCIÖN DEL SIGLO XXI obtienen su buena tajada por “jalabolas” entre otras consideraciones crematísticas. La mayoría sufre los rigores planificados de la apatía gubernamental.
Hablamos de los salarios porque es la solicitud mayor demandada en estos momentos, pero, los trabajadores y sus familias son las grandes víctimas de la inercia del régimen, en lo que respecta a la seguridad social, vivienda, alimentación; hoy en Venezuela no hay “Calidad de Vida”, como lo dicen todas las encuestas, menos las que hace Luís Vicente León, el 82% de los venezolanos solo hace una sola comida diaria; la percepción es que vamos de “peor a malo”.