Ismael Mercado // ¡Seamos Estoicos! I
“Un estoico es alguien que transforma el miedo en prudencia, el dolor en transformación, los errores en iniciación y el deseo en empresa”.
Nassim Nicholas
Vivimos una vida agitada llena de muchas cosas urgentes, cambios políticos, económicos y pandemias, el ruido de tantas personas criticando y no haciendo; todo esto suma y nos lleva a un punto donde perdemos el equilibrio, porque nos preocupamos por todas y cada una de esas situaciones. En ocasiones tenemos el tiempo en contra y el tic tac del reloj lo tenemos pegado al oído, cuando pasa todo esto recuerdo la frase de Mafalda que dice “paren el mundo que me quiero bajar”.
Soy un apasionado del crecimiento personal y creo fielmente que cuando mejoramos como persona todo a nuestro alrededor lo hace. He estudiado varias disciplinas buscando respuestas a muchas interrogantes, he puesto en práctica algunas de ellas y me han dado resultado.
Como parte de esa búsqueda exploré en la historia de la filosofía. Me encontré con el Estoicismo, filosofía de vida que me ha gustado mucho. Fundada en Atenas en el año 301 a.C, por Zenón de Citio surge para dar respuesta a cómo vivir mejor, cómo ser más felices.
Su principal característica es que es práctica, intentando actuar lo mejor posible en cada situación y buscar siempre ser una mejor versión de nosotros.
Los estoicos hablan de actuar con virtud en cualquier situación, tomando en cuenta que cada acción o cada palabra cuentan para hacerlo.
Usted mí querido lector se preguntará ¿para qué me sirve? … Una de las cosas principales en la que se centra el estoicismo, es aprender a diferenciar las cosas y situaciones que podemos controlar o cuales no, ayudándonos a reducir el estrés y controlar los miedos.
Algunos consejos del Estoicismo:
1. Utilicemos el raciocino ante cada situación, seamos espontáneos pero no impulsivos.
2. Aprendamos a diferenciar los miedos, como dijo Séneca:“ en ocasiones sufrimos más por cosas irreales que por la misma realidad”
3. Prívate de algunas cosas que te gusten y disfruta de ver cómo a veces no son necesarias.
4. Hablemos de Memento Mori, que significa (Recuerda que morirás) nadie quiere hablar de la muerte, pero te recuerda que cada día que pasa no es un día más, es un día menos, eso nos ayuda a centrarnos, en cómo queremos que pase nuestra vida, cómo queremos ser recordados, qué vamos a dejar para la posteridad, o ¿solo vamos a dejar de existir?
Al hablar del Memento Mori y comprenderlo, muchas de nuestras luchas perderán sentido. ¡Deja de postergar!
5. Una de la cosas que hacía Marco Aurelio, un gran estoico, era llevar un diario donde escribía tres cosas:
¿Qué he hecho? Evaluar cada acción
¿Qué he hecho bien? Para darnos nuestra palmadita diaria
¿Qué puedo hacer mejor? Y darnos cuenta de que somos seres de patrones y vivimos una y otra vez las mismas situaciones.
6. Aprender a ver las situaciones en perspectivas.
Cuando tenemos una situación que manejar, el cerebro hará todo lo posible para evitar que gaste energía y que solo veas una sola óptica; el estoicismo invita a levantar la mirada y ver de diferentes ópticas la situación, quizás podría ayudar a que te preguntes varias veces:¿Qué pasaría si…?
Existen miles de filosofías que buscan el desarrollo personal y el equilibrio, el estoicismo es una de ellas, no sé si será la Panacea o la fórmula para lograr lo que deseamos, pero es práctica, centrada en las cosas que tenemos control y es la madre de muchas terapias cognitivas.
En internet existe mucha información, lo invito a buscarla. Yo tengo una tesis, usted puede tener una antítesis y de allí creamos una síntesis.
La próxima semana vendrá la parte II