Un tratamiento contra la malaria fracasa en pacientes en Reino Unido

Un tratamiento para la malaria en pacientes que desarrollaron la enfermedad tras regresar al Reino Unido de áreas infectadas en África no ha dado resultado, según un análisis de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
El tratamiento no consiguió curar a cuatro pacientes atendidos en dos hospitales británicos que tuvieron malaria tras haber viajado sin tomar antes el tratamiento contra la enfermedad, explicó hoy a Efe el doctor Colin Sutherland, de la citada escuela de medicina.
Sutherland recalcó que el tratamiento da "buenos" resultados, pero que estos cuatro casos corresponden a personas que viajaron a África -dos a Uganda, uno a Liberia y otro a Angola- sin ningún tipo de protección.
La malaria fue tratada con una combinación de fármacos conocidos como artemeter y lumefantrina.
La preocupación por la respuesta al tratamiento se detectó en Cambridgeshire y se dio la alerta en enero del año pasado, indicó el experto, y puntualizó la importancia de que Europa esté atenta.
Los pacientes fueron atendidos entre octubre de 2015 y febrero del año pasado, según la institución.
Al mismo tiempo, Sutherland dijo que la población en América Central no debe sentirse alarmada por esta información puesto que en esa región el parásito de la malaria es distinto al de África.
Los cuatro pacientes del Reino Unido respondieron bien en un principio al tratamiento, pero debieron ser ingresados de nuevo en el hospital un mes después al volver la infección.
Las muestras del parásito que les causó la malaria fueron enviadas para su análisis al laboratorio de malaria de la citada escuela de medicina tropical de Londres.
"Los médicos tienen que permanecer atentos porque el parásito es muy inteligente", explicó Sutherland a Efe ante la posibilidad de que desarrolle una resistencia al tratamiento.
"Es extraordinario que hubiera cuatro aparentes fracasos en el tratamiento. Parece que algo está cambiando, pero aún no estamos en crisis", recalcó.
"Afortunadamente -dijo- hay otros fármacos efectivos".
"Estos casos actúan como una advertencia para África. La resistencia al fármaco es una de las mayores amenazas que afrontamos en la lucha contra la malaria, y ha empezado a ocurrir en cepas predominantes en el sureste de Asia", agregó.
Se estima que entre 1.500 y 2.000 personas son tratadas por malaria en el Reino Unido todos los años, tras regresar de viajes a zonas infectadas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) unos 3.200 millones de personas en el mundo corren el riesgo de contraer el mal, producido por el parásito del género plasmodium y transmitido por la picadura del mosquito del género anopheles.