Las criptomonedas ya son el salvavidas de los venezolanos que buscan protegerse de la devaluación

Los letreros que decían "se aceptan criptos", que alguna vez fueron comunes en comercios, hoteles y restaurantes de Venezuela, han ido desapareciendo en medio de recientes escándalos de corrupción dentro del Gobierno. A pesar de ello, la criptoeconomía venezolana continúa en expansión informa en entrega especial el diario El País de España.
Un creciente número de venezolanos está optando por criptomonedas para facilitar transacciones, recibir remesas y protegerse de la devaluación del bolívar.
Vanesa, una profesional que trabaja con empresas extranjeras desde Caracas, explica que, debido al aumento en el diferencial entre el dólar oficial y el de mercado, el uso de divisas digitales ha resultado más ventajoso. “Al final, se puede ahorrar hasta 14 dólares por cada 100 dólares que cambias a bolívares”, detalla. Utiliza un alias para operar en Binance, una plataforma de criptomonedas muy popular en Venezuela, lo que genera un ambiente de anonimato en las transacciones.
Este sistema de seudónimos digitales ha sido tolerado por el Gobierno de Nicolás Maduro, que considera que la actividad contribuye a la entrada de divisas en un país afectado por alegaciones internacionales de fraude electoral. “He hecho trabajos que me pagan en dólares a través de una aplicación financiera y luego vendo USDT para recibir bolívares en mi cuenta bancaria en Venezuela”, comenta Vanesa, destacando la rapidez y la reducción de costos en comparación con el mercado oscuro de cambistas.
En el segundo trimestre de 2024, el mercado de bitcoin, ether y USDT en Venezuela creció un asombroso 110% en comparación con el mismo período del año anterior, de acuerdo a Chainalysis, un rastreador estadounidense de activos virtuales. Se estima que el volumen de operaciones en lo que va de año alcanza los 20.000 millones de dólares. Con proyecciones que indican un Producto Interno Bruto (PIB) de aproximadamente 100.000 millones de dólares para 2024, la importancia de estos números es notable.
A pesar de que el país ha superado la hiperinflación, los precios siguen aumentando. Según el Banco Central de Venezuela (BCV), la inflación mensual de octubre fue del 4%, inferior al 5,9% del mismo mes del año anterior, pero superior al 0,8% de septiembre. El BCV también enfrenta dificultades para estabilizar la brecha entre el dólar oficial y el de libre flotación, con el precio del euro aumentando un 33% en el último trimestre.
El economista Aarón Olmos señala que “la economía está creciendo, pero esto no necesariamente significa una mejora en el nivel de vida”. Con un salario mínimo que apenas llega a 3 dólares al mes, los venezolanos siguen luchando por cumplir con la canasta básica, donde el déficit de compra alcanza el 96,6%.
Las stablecoins han cobrado relevancia, vinculadas al valor de monedas más estables, como el dólar estadounidense. Según Chainalysis, entre julio de 2023 y julio de 2024, el 47% de las transacciones menores a 10.000 dólares en el país fueron realizadas con stablecoins. “Estas criptomonedas permiten a los venezolanos preservar su riqueza y realizar transacciones en un entorno volátil”, explica Dan Cartolin, ejecutivo de Chainalysis.
Los giros tradicionales son costosos y lentos, lo que ha llevado a que más de la mitad de los venezolanos migrantes utilicen plataformas de finanzas digitales para enviar recursos a sus familias en casa. A pesar de los avances y el uso creciente de las criptomonedas, los desafíos económicos continúan siendo significativos en Venezuela, donde la incertidumbre permanece como un elemento omnipresente.