El diario plural del Zulia

La economía del voto

¿Por qué el PSUV no insistió en las elecciones (regionales) sabiendo que es un mandato constitucional?

—No tenemos ningún interés.

—¿Por qué?

—Porque no tenemos esa prioridad, nuestra prioridad es resolver el problema económico.

Pregunta el diario Tal Cual. Responde Héctor Rodríguez, dirigente del PSUV y jefe de la fracción parlamentaria del chavismo en la Asamblea Nacional.

“¿Qué pasa si el acuerdo de la OPEP y la agenda económica funcionan?”, imaginaba el diputado, quien afirmó que no todo dependía del precio del crudo, pero reconoció que “si se dispara, se resuelve más fácil”.

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), por lo pronto, se concentra más en resolver su erosión interna, pese a que el Poder Electoral postergó los comicios regionales para 2017.

Economía y política

“El tema electoral está vinculado a la estabilidad del país. Y no debe estar supeditado al tema económico como tal sino a la situación de emergencia en que se encuentra Venezuela”, opina David Paravisini, ingeniero mecánico y experto en petróleo de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En ningún lugar del mundo, aclara, se ha visto que en medio de una guerra o cataclismo se pueda hacer una consulta electoral, porque se trata de condiciones severas que afectan la psiquis de la población y su estado de ánimo.

De hecho Ilenia Medina, diputada la Asamblea Nacional por Patria Para Todos (PPT), dijo en diciembre pasado que “no hay afán por elecciones en el país. La gente sabe que hay una guerra económica que ha hecho mucho daño, no hay un ambiente electoral”.

Guerra

Y contra Venezuela hay una guerra, a juicio de Paravisini: ataques de Estados Unidos, destrucción del sistema financiero a través de operaciones en Cúcuta, la posible cooperación militar entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Colombia.

“Hay una serie de características que pueden calificar como presiones externas contra Venezuela, donde un proceso electoral no reflejaría los intereses de la población en el mediano y el largo plazo”.

“Si no hay elecciones, no va a ser por falta de fondos; es un problema político. El tema es de una situación de guerra o cataclismo, en que la población no pueda ser exigida a que se pronuncie sobre elementos a mediano y largo plazo. Se ha pulverizado el valor del trabajo, la moneda ha perdido en menos de un año en mil por ciento su valor. Hay un cerco internacional”.

Otros motivos

Humberto Calderón Berti, presidente de Pdvsa entre 1983 y 1984, coincide en que las elecciones son un mandato constitucional que no se supeditan al ámbito económico. Pero a diferencia de Paravisini, cree que las regionales pueden paliar sólo un poco la crisis, porque “el problema central es la administración central de Maduro”.

 

“Los acuerdos de la OPEP tendrán efecto si los países que suscribieron dicho acuerdo cumplen con el compromiso adquirido. Los precios podrían moverse en el transcurso del año entre 60 y 70 dólares por barril. Pero esta gente ha administrado un país con precios del petróleo de más de 100 dólares y la crisis se les presentó aún con precios altos”.

El barril venezolano, de acuerdo con el Ministerio de Petróleo, cerró el 2014 en 88,42 dólares, y la infl ación acumulada fue de 68,5 según el Banco Central de Venezuela (BCV). Entonces ya se había acuñado el concepto de “guerra económica”; mientras que en 2015, el crudo cayó a 35 dólares por barril y la inflación —en cifras oficiales— fue de 180,9 por ciento.

“Es decir, que a un precio de 60, 70 dólares por barril, esta gente no va a hacer nada distinto a lo que ya ha hecho. El problema no es de ingresos, sino de política económica. Ellos han aumentado la dependencia de la economía venezolana del petróleo porque han destruido la plantilla industrial del país. Mantienen a Venezuela en un estado de postración”.

La dirigencia política chavista, mientras tanto, teje una narrativa en la que el voto no es primordial a corto plazo. Pablo Alvarado, diputado al Consejo Legislativo de Guárico por el PPT, correspondió a las afirmaciones de Héctor Rodríguez con una semana de diferencia: “63 % de los venezolanos quieren que los anaqueles estén full de comida. Primero es el tema económico, y luego, si hay que ir elecciones en seis meses o un año, vamos a echarle pichón”.

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