"Creer en Venezuela jamás será un error": Estudiantes de Ciencias Políticas proyectan su 28-J

Como la mayoría de los venezolanos, dentro y fuera de la nación, Sebastián Lugo, Alexander Bellafiore y Alberto Villa, estudiantes de Ciencias Políticas de la Universidad Rafael Urdaneta, tienen las pulsaciones a mil. Este domingo 28 será una jornada electoral histórica luego de 25 años de paquidermia, represión, ineficiencia y corrupción.

Su importancia es explicada por Lugo con una potente convicción. Será, en su opinión, una jornada muy activa.

“Hay una gran fuerza saliendo a las calles como hace tiempo no se veía. Será mucho mayor que las elecciones presidenciales pasadas. De darse a sí, simboliza que la gente tiene confianza en su voto y cree en sus derechos. La institución del voto en Venezuela había sido tomada de a menos, incluso se le menospreció, pero esta fuerza reciente hace que la democracia en el país se crezca”, sostiene el estudiante del 6to trimestre.

Si bien afirma que hace falta que esos votos sean respetados, advierte que es imposible “no conmoverse” con las esperanzas y ganas que tiene la ciudadanía de expresarse en estas elecciones.

Luz en el horizonte

La tensión abraza a Bellafiore, de 24 años, ejemplo de resiliencia amor por el país y quien regresó tras migrar a Ecuador para estudiar una carrera que le ofreciera herramientas para comprender científicamente el comprotamiento socio-político de los venezolanos..

El estudiante del 9no trimestre considera que el proceso electoral será extremadamente tenso, debido al patrón en las últimas elecciones, en las cuales se presentaron irregularidades y abusos por parte del chavismo.

Un momento que le preocupa será el anuncio de los resultados. El fantasma del fraude es inmenso. Si se presenta piensa que sería inevitable un estallido social. Sin embargo, ve una potente luz en el horizonte.

El rigor científico me impide ser optimista sobremanera, pero todo apunta a que se aceptarán los resultados electorales, especialmente por la presión internacional. Aunque, en todo caso, un fraude es la estrategia más conveniente para el chavismo, porque puede revertirse con la dimisión del Presidente, mientras que una derrota es irreversible”, sostiene.

Bellafiore marca, en el contexto de un proceso sin trampas, que la transición no sería tan efímera. “Este proceso es largo y lento, y de darse se hará con el chavismo aún en el poder hasta la toma de posesión en enero, ya no se trataría sólo de un gobierno sin legitimidad de facto, sino también sin legitimidad legal”.

¿Reconocer? Es posible...

Alberto Villa imagina un domingo lleno de entusiasmo y civilidad, con la población preparada para acudir a los centros de votación.

En su mayoría con la esperanza y la voluntad puesta en el cambio político. También lo imagino con mucha hostilidad en los centros electorales, con mucho ánimo exacerbado y con conatos de violencia que pudieran pasar a situaciones lamentables. Dios quiera y prime la sensatez y la civilidad y podamos llevar la fiesta en paz”, comenta.

Villa estima que el momento clave, de mayor tensión, será con el cierre de las mesas electorales. “Quizás es momento constituya el cenit de todas las tensiones acumuladas durante el día y puedan darse situaciones de violencia. Creo habrá mucha gente en la calle y una fuerte decisión de los simpatizantes de ambos polos para defender sus intereses”, resalta.

Pero no descarta un escenario marcado por muy pocos. “Si un sector es ampliamente favorecido por los votantes y eso se nota es posible que genere desmotivación y resignación en los equipos electorales del factor menos favorecido. (…) Quizás, el gobierno de ser derrotado ampliamente, reconozca la derrota y entremos en un proceso de transición y negociación durante los próximos seis meses para la entrega definitiva del poder o quizás el gobierno no reconozca la derrota y nos meta en un posible escenario de confrontación”.

Resistencia y estrategia

Lugo es de quienes llama a prepararse para los obstáculos. Menciona la tradicional “Operación Morrocoy” que ralentiza los procesos para tratar de evitar que el ciudadano vote.

Son situaciones para las que debemos estar preparados para detectarlas y afrontarlas, si estas se logran frenar de la mejor manera y además existe una vigilancia y defensa de los votos realizados, tengo seguridad de que los resultados de la elección será la correcta expresión de lo que desean los electores”.

En su opinión, sin tratar de predecir el futuro, al ahondar un poco en la historia para entender las posibilidades, realmente no sería la primera vez que el gobierno actual pierde unas elecciones de forma evidente, respetando y haciendo cumplir los resultados de ese escrutinio. Recuerda las elecciones parlamentarias de 2015.

Piensa que pase lo que pase en ese evento electoral, se debe respetar. Pide seguir los ejemplos de nuestra historia.

“En una de nuestras elecciones más parejas en el año 1968, Raul Leoni dijo que sí Caldera lograba la victoria por un voto, él le entregaría la Presidencia. Eso es democracia, eso es un respeto al ciudadano y sus deseos. si no fuera así sería otro golpe más a los que viven en este país y de ser así predecir la reacción de la gente es algo de lo que no me atrevo”.

Pese a lo que ocurra, Sebastián cree que ovacionar a todos los venezolanos que durante esta campaña decidieron creer, tener fe y arriesgarse. “Creer en Venezuela jamás será un error y ojalá los resultados nos permitan decir eso con mucha más fuerza”.

Estos jóvenes miran el futuro con la esperanza de que culmine la violencia e inicie un proceso de cambio absoluto.