Legado científico en buenas manos, por Judith Aular de Durán
Nuevamente se han levantado rumores e información inexacta sobre las condiciones del legado histórico que el doctor Humberto Fernández Morán donara en vida a La Universidad del Zulia (LUZ).
Es importante aclarar que la recuperación y proyección de este acervo ha sido punto de honor durante mi gestión en el Vicerrectorado Académico de LUZ. En los últimos dos años hemos logrado, con el apoyo de un equipo de expertos, coordinado por la Dirección de Servicios Bibliotecarios y de Información (Serbiluz), el rescate, reconstrucción, diseño y montaje digital de la biblioteca personal del sabio.
Ha sido una tarea titánica para honrar la memoria del principal baluarte científico de la región. Pese a la falta de fuentes de financiamiento, logramos recuperar el acervo que llegó al Puerto de La Guaira en 320 cajas, algunas embaladas en Suecia y otras en la Universidad de Chicago, en Estados Unidos.
Con responsabilidad podemos afirmar que la colección documental está recuperada en su totalidad y se ha llevado al formato digital para la consulta abierta en el portal de Serbiluz. Son más de dos mil trescientos títulos que incluye artículos científicos, fotografías, libros, revistas, patentes, diapositivas, grabaciones y manuscritos de un valor incalculable.
Es importante aclarar que desde el año 2009 el Consejo Universitario de LUZ otorgó a Serbiluz la guarda y custodia del legado documental de Fernández Morán, decisión que ha permitido fomentar la reconstrucción del patrimonio científico y su difusión en el mundo.
La idea es ampliar el acceso público a este acervo que concentra los principales aportes del sabio zuliano, sus invenciones (como la cuchilla de diamante) y su colección de microscopios.
Seguiremos avanzado con nuevo proyectos, como el documental sobre la vida del sabio, además de agilizar la apertura del museo histórico, razón por la cual necesitamos el apoyo tanto del Ejecutivo nacional, como del Gobierno del Zulia y la Alcaldía de Maracaibo para levantar, en terrenos universitarios, la sede que aloje y preserve para las futuras generaciones la obra de Fernández Morán, respetando el rol de LUZ como garante de su memoria, tal como lo encomendó el ilustre científico.