El diario plural del Zulia

Jorge Eliécer Morán | El CNE, el Esequibo y el efecto Bukele

Sin haberse aún realizado, la elección primaria es el mayor éxito político de la oposición venezolana en los últimos años. A pesar de los obstáculos, de las diferencias internas que hacen de la oposición un bloque político frágil y propenso a la división, la primaria ha calado en la población opositora, incluso en sectores reacios al camino electoral. El que varios candidatos opositores estén recorriendo el país, llevando un mensaje de cambio y sus propuestas, ha contribuido a reactivarel interés por la políticaen una población que ha vivido muchas frustraciones y desengaños por parte de la dirigencia opositora y que es víctimade uno de los peores gobiernos de nuestra historia.

El gobierno nacional, que no es tonto, entiende esto; sabe que sus números en materia de apoyo popular son muy bajos, dada su mediocre gestión y que en condiciones más o menos competitivas, no ganaría un proceso electoral presidencial. Por ello, ha puesto en práctica una serie de jugadas con el fin de producirdos cosas muy puntuales, que le han dado mucho éxito político hasta ahora: dividir a la oposición y desestimular el voto. Esa es la fórmula que tiene el Chavo-Madurismo para asegurarse un éxito electoral, a pesar de ser profundamente rechazado. Dicha fórmula, junto a un voto duro y que es capaz de movilizar, usando recursos públicos y junto al ventajismo institucional con el que contaría el candidato oficialista, pudieran ser suficientes para ganar en el año 2024, sin necesidad de recurrir a un fraude masivo y evidente.

Las inhabilitaciones políticas, en especial la de María Corina Machado y la designación de Elvis Amoroso como nuevo presidente del CNE, se pudieran inscribir dentro de la estrategia de desmovilización electoral. Por otro lado, para dividir a la oposición no hacen falta muchas cosas, pero parece que el Chavo-Madurismo encuentra nuevas variantes cada tanto tiempo. La última de ellas es el ofrecimiento del CNE a la Comisión Nacional de Primarias (CNdP), para prestar asistencia técnica, respondiendo a una carta enviada por la misma CNdP en el mes de junio y a tan solo un mes de la realización de la elección primaria opositora. La participación o no del CNE era un punto que generaba discordia dentro de los opositores, en especial por el bloque que representa María Corina, que ya sabemos, lidera cómodamente todas las encuestas, por lo que esto puede convertirse en un nuevo motivo para la confrontación interna. Aún no conocemos cual será el resultado de la reunión entre la CNdPy el CNE, pero lo ideal es que, si se llega a un acuerdo, sea sobre la base de un arreglo entre los grupos políticos de oposición.

Paralelamente al uso de estas estratagemas, el gobierno nacional trata de mejorar su imagen, pero difícilmente lo haga a través de una mejor gestión pública, en especial del tema económico. El viaje de Maduro a China, es quizá un intento desesperado por encontrar recursos que le permitan mejorar las condiciones socioeconómicas de los venezolanos en el corto y mediano plazo. Sin embargo, a pesar de que Maduro quiera vender dicha gira como un éxito diplomático, parece que los chinos no están por la labor de prestar grandes cantidades de dinero a un gobierno que ya ha demostrado ser un pésimo administrador y con una gran voracidad por la corrupción. Así que, en su incesante búsqueda por mejorar su imagen (que no la situación de los venezolanos), ha recurrido a dos estrategias: la de inventarse un enemigo o conflicto externo y la de anotarse en la onda de la mano dura contra la delincuencia y lograr el efecto Bukele. La primera de estas estrategias, es tan vieja como la política misma. La lucha por el Esequibo siempre estuvo en la agenda de política exterior de nuestros gobiernos, hasta que Chávez llegó al poder, que se hizo la vista gorda con ese reclamo, para buscar aliados en el caribe. Ahora la desempolva el gobierno de Maduro (canciller por muchos años de Chávez) y Jorge Rodríguez plantea un referéndum consultivo sobre el tema, sin precisar para que, pero suponemos que ningún venezolano o muy pocos, votarían en contra de los intereses del país en el Esequibo. Más allá de lo poco claro y útil de la propuesta y de que perfectamente podrían convocar dicho referendo para el mismo día que está previsto la primaria opositora, no vemos la trascendencia de esta consulta en el plano diplomáticoy del derecho internacional, que es donde debe actuar el gobierno en este tema.

Por su parte, la toma de la cárcel de Tocorón, por miles de efectivos de los cuerpos de seguridad, trata de generar la idea de que se combate a la delincuencia con mano dura, a lo Bukele. Por el contrario, las imágenes que vimos en Tocorón(piscinas, zoológico, una especie de urbanización habitada por familias completas, un arsenal que parece tomado de la guerra en Ucrania y hasta unos túneles dignos de los mejores ingenieros) solo nos habla del fracaso en materia carcelaria y de seguridad de los gobiernos de Maduro y Chávez. Además, es difícil pensar que el Tren de Aragua haya sido desarticulado por completo, cuando su máximo líder, pudo escaparse tranquilamente, seguramente prevenido de lo que ocurriría.

Hay que prestar mucha atención a las próximas acciones del gobierno y a las declaraciones de sus voceros en estas materias, porque seguramente tratarán de sacarle el mayor rédito político posible.

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