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Xi Jiping celebra el año nuevo con mensaje a Taiwán: "Nadie puede detener la reunificación"

En su discurso del 31 de diciembre, el mandatario chino reiteró la importancia de la relación entre las dos orillas del estrecho de Taiwán, afirmando: "El pueblo chino a ambos lados del estrecho de Taiwán es una sola familia. Nadie puede romper nuestros lazos de sangre, y nadie puede detener la tendencia histórica a la reunificación de la patria". La situación actual sugiere que las relaciones entre China y Estados Unidos podrían tensarse aún más tras la toma de posesión de Trump

En un reciente discurso de Año Nuevo, el presidente chino Xi Jinping enfatizó que "nadie puede detener" la reunificación de Taiwán con China. Este comentario refleja la creciente presión que Pekín ha ejercido sobre la isla en los últimos años, especialmente tras la llegada al poder del presidente taiwanés Lai Ching-te en mayo de este año.

Desde esa fecha, China ha llevado a cabo tres importantes ejercicios militares en la región, siendo los más recientes los más extensos en años, según afirmaron funcionarios taiwaneses. No obstante, el gobierno de Pekín no ha realizado ninguna confirmación oficial sobre estas maniobras.

En su discurso del 31 de diciembre, Xi Jinping reiteró la importancia de la relación entre las dos orillas del estrecho de Taiwán, afirmando: "El pueblo chino a ambos lados del estrecho de Taiwán es una sola familia. Nadie puede romper nuestros lazos de sangre, y nadie puede detener la tendencia histórica a la reunificación de la patria".

Estas declaraciones se producen en un contexto delicado, ya que se acerca la toma de posesión en Estados Unidos, donde Donald Trump asumirá la presidencia el 20 de enero. El estatus de Taiwán ha sido una fuente histórica de tensiones entre Pekín y Washington. A pesar de que Estados Unidos no reconoce oficialmente a Taiwán como un estado independiente, mantiene una relación estratégica con la isla y es su principal proveedor de armas.

La situación actual sugiere que las relaciones entre China y Estados Unidos podrían tensarse aún más tras la toma de posesión de Trump, complicando aún más la dinámica en torno a Taiwán, un punto crítico en la política internacional.

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