Reunión entre González Urrutia y Biden es un reconocimiento tácito de EE. UU., afirman expertos

En un gesto que podría redefinir la diplomacia en América Latina, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ofreció el escenario de la Casa Blanca para una reunión que podría tener repercusiones duraderas en Venezuela y más allá. Edmundo González Urrutia, el líder opositor que asegura haber ganado las elecciones presidenciales venezolanas del pasado julio, se sentó frente al gobernante norteamericano, marcando un hito en la política internacional justo en el umbral de una transición de gobierno en ambos países.
La atmósfera en Washington era palpable con la anticipación de lo que podría significar este encuentro para la democracia en Venezuela. González Urrutia, quien ha estado en el exilio desde las elecciones, prometió regresar a su tierra natal para asumir el cargo de presidente, desafiando la proclamación oficial de Nicolás Maduro, quien, en medio de una aplastante mayoría chavista en la Asamblea Nacional, se prepara para un tercer mandato, reseña La Voz de América.
Expertos en relaciones internacionales como Milos Alcalay, exembajador venezolano ante las Naciones Unidas, ven en esta reunión un reconocimiento tácito por parte de Estados Unidos al liderazgo de González Urrutia.
Este encuentro es crucial, no solo para agradecer el apoyo, sino para pavimentar el camino hacia unas relaciones privilegiadas entre nuestros países", declaró Alcalay, haciendo eco de la esperanza de muchos opositores venezolanos.
La importancia del encuentro no se limita a las paredes de la Casa Blanca. Benjamin Gedan, del Wilson Center, subraya que sin un compromiso claro de Estados Unidos, la presión internacional sobre el gobierno de Maduro podría desvanecerse.
Es fundamental que haya señales claras de Trump sobre cómo proceder con Venezuela", insiste Gedan, aludiendo a la inminente toma de mando del presidente electo estadounidense.
Antes de llegar a la capital estadounidense, González Urrutia había consolidado apoyo en Argentina y Uruguay, donde los presidentes Javier Milei y Luis Lacalle Pou respectivamente, le brindaron su respaldo.
En Washington, la agenda del líder opositor no se limitó a una audiencia con Biden; se programaron varias reuniones con altos funcionarios de la administración estadounidense, apuntando a un esfuerzo diplomático a largo plazo.
Sin embargo, el camino no está libre de obstáculos. La oposición insiste en que las actas de votación publicadas respaldan su victoria con un margen significativo, mientras que el oficialismo ha silenciado las demandas de transparencia. La comunidad internacional observa, con países como Brasil y Colombia aún indecisos sobre el reconocimiento de Maduro después del 10 de enero.
Este encuentro, con su simbolismo y potencial para influir en la política de la región, podría ser el preludio de un nuevo capítulo en la relación entre Venezuela y Estados Unidos, y un mensaje claro al resto del mundo sobre el apoyo a la democracia en Venezuela. Sin embargo, la sombra de la transición política en Estados Unidos y el control del chavismo en Venezuela plantea dudas sobre cómo se desarrollarán estos acontecimientos en los días venideros.
Por su parte, el presidente Biden señaló, después de la reunión con González Urrutia, que EE. UU. "reitera su apoyo a las aspiraciones democráticas de Venezuela".
El presidente Joseph R. Biden, Jr. recibió al presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, en la Casa Blanca para hablar sobre los esfuerzos compartidos para restaurar la democracia en Venezuela. El presidente Biden enfatizó que el mundo se sintió inspirado por los millones de venezolanos que votaron valientemente por el cambio democrático en las elecciones presidenciales profundamente defectuosas del 28 de julio en Venezuela, como lo demostró la recopilación de actas de recuento de votos que indicaron que González Urrutia recibió la mayoría de los votos por un margen insuperable", precisa un comunicado de la Casa Blanca.