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Cayó Bashar Al Assad: Fuerzas rebeldes derrocan una dinastía de 53 años en Siria

Este desenlace culmina una veloz ofensiva que comenzó el 27 de noviembre y sacudiò los cimientos de una dinastía que gobernó Siria durante 53 años desde que el padre de Bashar, Hafez Al Assad, tomó el control de Siria en 1971. Los insurgentes tomaron puntos clave del país, incluyendo Alepo, Hama y Homs, antes de finalmente controlar la capital, Damasco. El primer ministro Sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, mostró su disposición a una transición de poder

En un giro inesperado en la prolongada guerra civil en Siria, los insurgentes declararon este domingo 8 de diciembre la caída del régimen de Bashar al Assad, tras tomar la capital, Damasco, quien huyó del país luego del avance relámpago de las fuerzas opositoras.

Este desenlace culmina una veloz ofensiva que comenzó el 27 de noviembre y sacudió los cimientos de una dinastía que gobernó Siria durante 53 años desde que el padre de Bashar, Hafez Al Assad, tomó el control de Siria en 1971.

Encabezados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), los insurgentes tomaron puntos clave del país, incluyendo Alepo, Hama y Homs, esta última abandonada por las fuerzas gubernamentales el día anterior a la caída de la capital.

La toma de la prisión militar de Saydnaya y la liberación de prisioneros marcaron otro golpe simbólico al régimen.

En medio del caos, miles de habitantes de Damasco buscan huir hacia la frontera con Líbano, mientras la ONU comenzó a evacuar al personal no esencial.

Al mismo tiempo, los medios de comunicación oficialistas negaron la huida de Assad, aunque informes internacionales sugieren que el líder podría haberse trasladado en avión hacia un destino desconocido.

El primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, se dirigió al país en un mensaje grabado, haciendo un llamado a la unidad y destacando la necesidad de preservar las instituciones estatales.

Al Jalali aseguró su disposición para facilitar una transición ordenada hacia un nuevo liderazgo que sea elegido por el pueblo sirio.

Este asunto lo abordará cualquier liderazgo que elija el pueblo sirio, y estamos dispuestos a cooperar con ella para ofrecer todo tipo de facilidades y para entregar (transferir) los expedientes gubernamentales sin problemas y de forma sistemática para preservar las instituciones del Estado”, aseguró el primer ministro.

Los aliados tradicionales de Assad, como Rusia, Hezbolá e Irán, ofrecieron poca o ninguna asistencia en esta fase crítica del conflicto.

Rusia mantiene sus fuerzas concentradas en la guerra en Ucrania, mientras Hezbolá e Irán enfrentan sus propios desafíos internos y regionales.

En Damasco, los insurgentes celebraron la victoria con un mensaje de su líder, Abu Mohamed al Jolani, quien instó a los combatientes a actuar con humildad y proteger las instituciones públicas.

"Vamos a completar juntos y dibujar la imagen de la victoria de la revolución más grande que ha conocido la historia", declaró al Jolani.

El avance rebelde marca el fin de un régimen que gobernó Siria desde 1971, cuando Hafez al Assad asumió el poder, y que Bashar continuó desde el año 2000 tras su muerte.

La guerra civil, que comenzó en 2011 tras la brutal represión de las protestas de la Primavera Árabe, dejó al país devastado, convirtiéndolo en un escenario de conflicto internacional y desplazando a millones de personas.

Con la caída de Assad, Siria se enfrenta a un futuro incierto, mientras los insurgentes proclaman su victoria y el mundo observa las repercusiones de este cambio radical en una nación clave del Medio Oriente.

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