Hace cuatro años la OMS declaró pandemia mundial por Covid-19
El 11 de marzo del 2020, la vida de millones de personas alrededor del mundo dio un giro inesperado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró pandemia mundial por la enfermedad viral, altamente contagiosa y en millones de casos, mortal: coronavirus o Covid-19.
Cuatro años ya han pasado desde el fatídico día en el que el mundo entero se paralizó debido a una enfermedad que se llevó a cientos de personas en el mundo y que cambió la vida de los que sobrevivieron a la catástrofe.
A pesar de haber surgido en China a finales de 2019, los habitantes de otros países retirados geográficamente no esperaron que llegara “tan lejos”. Y que además le quitaría la vida a alrededor de 15 millones de personas en todo el mundo, y que ahora, a pesar de estar “controlada”, lo sigue haciendo.
Sin abrazos, sin encuentros familiares, sin salir de nuestros hogares; sin ir a la escuelas ni al trabajo, y muchas otras novedades a las que se tuvo que enfrentar la humanidad entera, por el amor a los suyos y por la gran desesperación por salir ilesos y no contagiarse de la peste.
A pesar del gran esfuerzo realizado por muchos, millones de familias vieron a sus seres queridos partir; sacrificios inmensurables como dormir en hospitales colapsados a nivel mundial, no contar con recursos para los altos costos de los tratamientos para la “gripe” mortal, no realizar actos velatorios ni poder asistir a la sepultura.
El ser humano se demostró a sí mismo que es capaz de muchas cosas de las que creía imposible sobrevivir, ¿Quién se imaginó vivir tanto tiempo encerrado en sus hogares?, ¿Con qué recursos sobrevive una familia que no está obteniendo fuentes de ingresos?, ¿Cómo que no puedo darle el ultimo adiós a mi ser querido?; y muchas otras incógnitas se fueron respondiendo día tras día, como demostración de que la vida cambia en situaciones inimaginables y que por ese instinto de querer seguir viviendo y por la dicha de vivir momentos históricos, harían cosas que nunca se creyeron capaz de hacer.
Después de dos años de improvisación de gobiernos, empresarios, padres de familia, jóvenes de distintas clases sociales; al fin la OMS en conjunto con grandes cadenas de farmacia lograron crear vacunas que se suministrarían por dosis a toda la humanidad.
En su inicio, muchos se sintieron ofendidos por ser las “ratas de laboratorio” sobre una vacuna de una enfermedad tan delicada como lo era el coronavirus, y otros, confiaron fielmente en lo creado. Al final, ambas posiciones fueron prácticamente obligadas a vacunarse; sería un requisito indispensable para volver a sus trabajos, escuelas y visitar otros países.
El hombre mira hacia atrás con nostalgia, amargura, orgullo, 1.460 días después, y hubo muchos recuerdos de los días en los que creyó que el mundo se iba acabar e incluso muchas teorías conspirativas como que todo era un plan de la “elite” para “disminuir la cantidad de humanos sobre la tierra”, y un sinfín de creencias alrededor del evento de salud histórico.
Como consecuencia, muchas de las cosas que antes parecían imposibles, son parte de la cotidianidad del ahora: trabajos desde casa, estudios on-line, servicio de entrega a domicilio, entre otras nuevas costumbres se desarrollan en lo habitual después de la pandemia por Covid-19.