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¿Lácteos desnatados para bajar de peso?.... no, así lo dicen los expertos

La creencia popular sostiene que la leche desnatada, al contener alrededor de 3 gramos menos de grasa por cada 100 ml en comparación con la leche entera, es una opción más saludable. Sin embargo, Sánchez argumenta que esta reducción de grasa es mínima y su impacto calórico es “insignificante”, haciendo que no genere cambios relevantes en el consumo calórico diario o en la composición corporal.

Un grupo creciente de expertos en nutrición está desafiando la noción aceptada durante décadas de que los lácteos desnatados son una opción ideal para la pérdida de peso. Según el dietista-nutricionista Aitor Sánchez, en un artículo publicado en Telva, la idea de reemplazar los lácteos enteros por productos desnatados carece de fundamentos científicos que apoyen la meta de bajar de peso.

La creencia popular sostiene que la leche desnatada, al contener alrededor de 3 gramos menos de grasa por cada 100 ml en comparación con la leche entera, es una opción más saludable. Sin embargo, Sánchez argumenta que esta reducción de grasa es mínima y su impacto calórico es “insignificante”, haciendo que no genere cambios relevantes en el consumo calórico diario o en la composición corporal.

Un aspecto esencial a considerar es que la diferencia entre la leche desnatada y la entera no solo se refiere al contenido de grasa, sino también al sabor y la capacidad saciante. La grasa en los lácteos enteros contribuye a un sabor más satisfactorio, mientras que su ausencia en los productos desnatados puede llevar a una sensación de menor saciedad. Esto, según Sánchez, podría resultar en un mayor consumo de alimentos a lo largo del día, contrarrestando así los beneficios esperados de la reducción de grasa.

Además, las grasas saludables son fundamentales para una dieta equilibrada y son necesarias para el adecuado funcionamiento del organismo. A pesar de haber sido demonizadas en el pasado, los expertos han señalado que no todas las grasas son iguales. Algunas, como las grasas saludables, son cruciales para el bienestar físico, ya que aportan energía y desempeñan funciones vitales en el cuerpo.

Es importante hacer una distinción clara: las grasas saludables, que se encuentran en alimentos como el aguacate y los frutos secos, deben ser incluidas en la dieta, mientras que las grasas saturadas o trans deben ser limitadas debido a su asociación con un mayor riesgo de enfermedades. No obstante, el equilibrio en su consumo es esencial; incluso las grasas saludables pueden llevar al incremento de peso si se ingieren en exceso sin una actividad física adecuada y un consumo balanceado de otros nutrientes.

Para lograr un estilo de vida saludable, se recomienda incluir grasas saludables dentro de un marco de dieta variada y equilibrada, combinándolas con carbohidratos complejos, proteínas magras, frutas y verduras.

En conclusión, aunque la comercialización de lácteos desnatados puede ser tentadora para quienes buscan bajar de peso, la evidencia sugiere que podría ser más eficaz centrarse en un enfoque equilibrado que incluya grasas saludables.

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