Jennifer Lawrence admite haber perdido el control de su vida tras ganar el Oscar
Una interpretación impecable, una caída de camino a recoger un Oscar, una espontaneidad poco habitual en Hollywood y una saga que se convirtió en la más vista del momento fueron suficientes para elevar a Jennifer Lawrence a la categoría de superestrella en 2012.
Todo el mundo quería saber de ella, hacerle una entrevista, que diera algún detalle sobre su vida o volviera a pronunciar una de esas frases que llegaban a todos los lugares del mundo rápidamente e incluso antes de que se acuñara el término viral.
La actriz era la más buscada, sus looks los más comentados... y le pasó factura. "Creo que perdí el control de alguna forma", ha admitido la artista en una entrevista durante el festival de cine de Londres.
"Entre el estreno de Los juegos del hambre y ganar el Oscar me convertí en tal mercancía que cada decisión que debía tomar se convertía en un trabajo de grupo. Cuando pienso en ello ahora no puedo mirar a esos años siguientes, porque me sentía fuera de control", ha contado Jennifer Lawrence
Con dos o tres estrenos al año, giras interminables por el mundo y agotamiento como norma, pero ninguna de sus películas posteriores consiguió buenas críticas como lo habían hecho la primera de la saga postapocalíptica o la que protagonizó con Bradley Cooper, reseña Hola.
De hecho, sus sus trabajos más castigados fueron Passengers, las últimas de la saga X-Men y Gorrión Rojo, por lo que Jennifer Lawrence decidió tomarse un descanso.