NASA presionada por retraso y alto coste de nuevos trajes espaciales
La NASA lleva varios años de retraso en la puesta a punto de su nueva generación de trajes espaciales, a pesar de haber gastado ya 200 millones de dólares en este proyecto, según una auditoría del inspector general de la agencia estadounidense publicada este miércoles.
Los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) utilizan hoy unas escafandras muy grandes creadas hace más de 40 años, que fueron concebidas para ser usadas solo 15 años, de acuerdo con el informe.
Estas indumentarias han sido modernizadas muy poco a lo largo del tiempo y no deben ser empleadas para misiones de exploración lejanas por su fragilidad, y como demostró el accidente de 2013 del astronauta italiano Luca Parmitano, que estuvo a punto de ahogarse en su traje por una fuga de líquido durante una salida al espacio.
La NASA ha invertido hasta ahora cerca de 200 millones de dólares para confeccionar tres nuevos trajes que permitan a los humanos a explorar el espacio lejano, principalmente Marte.
Pero todo apunta a que las nuevas indumentarias no estarán listas hasta dentro de varios años.
Para perfeccionar su puesta a punto, tendrán que ser probadas por los astronautas de la ISS antes de que la estación deje de funcionar en 2024.
Por otro lado, solo 11 de las 18 escafandras espaciales que tenía la NASA están en funcionamiento, lo que puede suponer un problema ya que la ISS estará activa siete años más.
El inspector general estimó que la ausencia de un programa concreto de misiones de exploración en los últimos años ha complicado el trabajo de la NASA para desarrollar sus trajes.
La agencia espacial estadounidense también ha reducido su presupuesto para este programa para priorizar otros como el hábitat espacial.
La auditaría prevé asimismo que la fecha de entrega de las escafandras espaciales para la tripulación de la cápsula Orion, alrededor de marzo de 2021, deja poco margen de maniobra.
El primer lanzamiento de la nave está previsto para cinco meses más tarde, en agosto de 2021.
La inspector general subrayó que la NASA aceptó seguir todas sus recomendaciones para corregir estos problemas.