El Metaverso, el concepto de moda del que Zuckerberg no para de hablar

El metaverso es un universo virtual que amplía el mundo físico en digital. Se parece a los videojuegos y tiene algunos de sus elementos y estética, pero esta réplica de la realidad no está pensada para jugar, o no sólo para ello, sino para reproducir muchas de las dinámicas sociales de nuestro día a día, desde trabajar a ir a conciertos o de compras.
Es la próxima gran frontera del mundo digital y Marck Zuckerberg, el CEO de Facebook, parece obsesionado con él. El metaverso, ese concepto sacado de la ciencia ficción -Snowcrash, Neal Stephenson-, cada vez acapara más titulares y concentra más inversión de grandes empresas como la propia Facebook, Nvidia o Microsoft, pero ¿sabemos qué es exactamente?
Una de las claves del metaverso es la realidad virtual. Es decir, este nuevo mundo digital tiene que ser inmersivo, debe permitir a sus usuarios interactuar con él como lo hacen con el mundo real, para lo que será indispensable el uso de dispositivos VR, tal y como reseñó xataka.com.
Otro aspecto fundamental es la interoperabilidad, ya que estará compuesto por diferentes plataformas y lo ideal es que estén interconectadas para que nos podamos mover con total libertad de una a otra. Y no sólo eso, el metaverso también tiene que permitir que los usuarios mantengan la apariencia de sus avatares en cualquiera de sus mundos, así como usar los objetos digitales que han adquirido.
Además, más allá del apartado social y laboral, el metaverso también se concibe como un espacio de trabajo industrial a gran escala, en el que se puedan hacer pruebas de todo tipo de máquinas y sistemas mediante gemelos digitales antes de ponerlas a funcionar en el mundo real. De tal forma que se detecten los posibles fallos y mejoras antes de ejecutar su construcción física.
En definitiva, el metaverso es una réplica del mundo real en virtual, con el que se podrá interactuar igual que lo hacemos con espacios, objetos y personas físicas gracias a la realidad virtual, y que se utilizará para múltiples actividades, desde entretenimiento a desarrollo industrial. Asimismo, no será una plataforma dominada por una o varias empresas, sino una suma de espacios interconectados, como el internet que conocemos ahora, por los que podremos desplazarnos a placer y a los que se podrán unir nuevos universos sin límite.
Las enormes posibilidades que ofrece el metaverso y, sobre todo, las oportunidades de monetizarlas, han despertado el interés de las grandes tecnológicas. Y es que, según Bloomberg, este universo virtual podría suponer un negocio global de 800.000 millones de dólares para 2024.
La empresa que más interés ha mostrado por el metaverso, al menos de forma pública, ha sido Facebook a través de su CEO, Mark Zuckerberg, quien llegó a afirmar en una entrevista reciente con The Verge que en los próximos cinco años pasarán de ser una empresa de redes sociales a una empresa metaversa.
Y no iba de farol, ya que sólo unas semanas después de esas declaraciones Facebook presentó Horizon Workrooms, una plataforma de realidad virtual para teletrabajar que constituye su primera aproximación al metaverso. Este espacio de trabajo está diseñado para ser usado con las gafas Oculus Quest 2 y permite reproducir múltiples aspectos de una oficina física: crear un escritorio virtual, asistir a reuniones con sonido espacial, dejar documentos digitales sobre la mesa, etc.
Nvidia, por su parte, está trabajando en una plataforma metaversa con fines, en principio, industriales. En abril, su CEO, Jensen Huang, dijo que querían crear una réplica del mundo virtual para hacer pruebas de distintas herramientas y dispositivos mediante gemelos digitales antes de construirlos. Y, de hecho, ya** han llegado a un acuerdo con BMW para crear una copia digital exacta de la fábrica de los alemanes en Regensburg**.