El Cubo de Rubik celebra sus 50 Años: más allá del juego, un ícono global

Desde su humilde origen como herramienta didáctica hasta convertirse en un fenómeno global, el Cubo de Rubik, ideado por el húngaro Ernő Rubik hace 50 años en los años 70, ha trascendido su propósito inicial para convertirse en un icónico rompecabezas multicolor. Diseñado originalmente como una herramienta para enseñar arquitectura tridimensional, el cubo se ha ganado un lugar destacado en la cultura popular.
Rubik, quien enseñaba en la Escuela Superior de Artes de Budapest, concibió el cubo como una herramienta móvil y táctil con un desafío complejo. Su objetivo era cultivar la paciencia y la memoria espacial entre sus alumnos. La pieza fue patentada como un juguete de "lógica espacial" en 1977, marcando el nacimiento del "Cubo Mágico" o "Bűvös kocka".
El salto a la fama internacional ocurrió cuando Tom Kremer, un empresario expatriado, llevó el cubo a la Feria de Juguetes de Nuremberg en 1979. Renombrado como "Cubo de Rubik", comenzó a abrirse paso en el mercado global, convirtiéndose en un fenómeno de ventas, reseñó Xataka.
A pesar de los pronósticos iniciales de su declive, el Cubo de Rubik ha mantenido su popularidad, vendiendo millones de unidades y generando una comunidad dedicada. En sus 50 años, ha resistido el paso del tiempo y sigue siendo un desafío para aquellos que buscan resolver sus colores. Se ha convertido en un elemento cultural, apareciendo en películas, series y siendo objeto de competiciones de speedcubing.
Ernő Rubik, además de ser el inventor, fue el primero en resolver su propio rompecabezas, aunque le llevó casi un mes. El Cubo de Rubik continúa desafiando a aquellos que buscan resolver sus colores, siendo un ícono duradero que ha dejado una marca indeleble en su medio siglo de existencia.