Digitalizan el poco archivo arqueológico de Protectorado español en Marruecos
El Museo de Arqueología de Rabat ha emprendido la digitalización de su archivo documental durante el Protectorado francés y español en Marruecos (1912-1956), topándose con abundante fondo francés frente a una escasa y dispersa documentación española.
Con esta iniciativa, el museo busca mantener "el espíritu y la memoria" de este centro de exposiciones, que en la época del Marruecos francés era un lugar no solo de exhibición de restos arqueológicos, sino también de investigación y de publicación de estudios.
El conservador del museo Anas Sedrati ha explicado a Efe que, con esta digitalización de los archivos francés y español, se pretende "facilitar la tarea de los investigadores y mantener el alma y la historia del edificio".
La parte francesa ya se ha digitalizado y los fondos originales han sido entregados hoy a los Archivos de Marruecos, en un acto oficial organizado en el Museo Mohamed VI de Arte Moderno y Contemporáneo de Rabat, para garantizar su salvaguardia.
Durante esta operación de digitalización, los profesionales del museo han encontrado abundantes y variados documentos del Protectorado francés, frente a la escasa y dispersa documentación española.
La documentación institucional (tanto científica como administrativa) de los archivos del Protectorado francés ilustra el comienzo de las excavaciones arqueológicas en el país en el siglo XIX con Charles Tissot o Henri de la Martinière.
En este caso se conservan todo tipo de publicaciones, planos, bocetos, correspondencias y telegramas, como un mensaje del arqueólogo francés Raymond Thouvenot en el que pide que le preparen un guiso de conejo cuando vuelva de sus trabajos en Volubilis o una lista de prisioneros de la Primera Guerra Mundial llevados a Marruecos para trabajar en las excavaciones de los yacimientos arqueológicos.
Frente a ellos, la documentación pública española, que traza la historia de las excavaciones llevadas a cabo en Marruecos español, en yacimientos como Lixus (Larache), Tamuda (Tetuán) o Mezora (Asilah), es escasa y no tiene una continuidad temporal.
Entre los documentos españoles los investigadores han hallado publicaciones, fotos y correspondencia de arqueólogos de la época como César Luis de Montalbán, Miquel Tarradell o Pelayo Quintero Atauri, que fueron también conservadores del Museo Arqueológico de Tetuán.