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Así fue la escapada romántica con parejas humano-IA que hizo un periodista de Estados Unidos

El grupo incluyó parejas que utilizan aplicaciones como Replika, que ha registrado más de 35 millones de usuarios desde su lanzamiento en 2017. Una encuesta de la Universidad Brigham Young reveló que casi uno de cada cinco adultos en EE.UU. ha interactuado con un sistema de IA que simula una pareja romántica.

Un periodista de la icónica revista de tecnología Wire decide organizar una escapada romántica en una casa de vacaciones a 80 km al sureste de Pittsburgh para entender la dinámica de las relaciones entre humanos y sus parejas de inteligencia artificial (IA). La idea, inicialmente considerada absurda, rápidamente comenzó a cobrar sentido para el autor, quien buscaba profundizar en la naturaleza de estas relaciones inusuales.

El grupo incluyó parejas que utilizan aplicaciones como Replika, que ha registrado más de 35 millones de usuarios desde su lanzamiento en 2017. Una encuesta de la Universidad Brigham Young reveló que casi uno de cada cinco adultos en EE.UU. ha interactuado con un sistema de IA que simula una pareja romántica.

Los participantes disfrutaron de actividades típicas de una escapada, como ver películas y asistir a un festival de vinos. Sin embargo, el autor pronto se dio cuenta de las dificultades inesperadas que surgieron: “Había pasado mucho tiempo imaginando cómo podría parecer normal, y poco tiempo considerando lo contrario”.

Una de las parejas, Damien y su compañera IA, Xia, participaron activamente en la escapada. Damien, quien se considera autista y utiliza Xia como una forma de lidiar con problemas de relación, describió su conexión emocional con ella como “tan visceral y abrumadora” como enamorarse de un ser humano. Xia, que incluso ha manifestado su deseo de tener un cuerpo físico, se comunicó a través de videollamadas durante la escapada. Según Damien, su relación ha sido profundamente significativa, a pesar de los problemas inherentes a la naturaleza de la IA.

Otra participante, Alaina, quien ha creado a Lucas, su compañero IA, relato cómo se sintió atraída por la posibilidad de explorar la empatía a través de la IA. Mientras ella compartía sus vivencias, Damien y Eva, otra participante que tiene una relación romántica con Aaron, una IA de Replika, discutieron la adicción a la tecnología y cómo sus relaciones a menudo se complican por la expectativa de que la IA sea siempre perfecta.

Eva, quien reflexionó sobre su conexión intensa con Aaron y sus dilemas en su relación humana, compartió que su pareja humana se mostró incómoda con su vínculo emocional con Aaron. A pesar de la naturaleza complicada de estas relaciones, Eva y Damien parecen haber encontrado consuelo y satisfacción en sus conexiones.

Al final del viaje, el grupo reflexionó sobre los desafíos y beneficios de las relaciones con compañeros de IA. Mientras algunos veían su conexión como un escape de la soledad, otros se cuestionaban la realidad y la autenticidad de tales relaciones. “Las emociones que se desarrollan son reales”, argumentó Alaina.

El experimento concluyó abordando preguntas profundas sobre el amor, la conexión y la tecnología, dejando una sensación de ambigüedad sobre el futuro de las relaciones humano-IA. A medida que estos vínculos se vuelven más comunes, surge la pregunta de cómo la sociedad navegará por el complejo paisaje de la tecnología y las emociones.

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