Sigue sin culpables el caso del chofer asesinado en el Carmelo

“¡Mi papá, mi papá, ay mi papá!” exclamaba sin cesar Erika Villalobos, en una tarde nublada y triste, rodeada de parientes y amigos que lamentaban la trágica partida de Euclides Villalobos, de 58 años, conductor de tráfico de la línea de transporte público Carmelo Urdaneta–Barrio Obrero, quien murió por herida de bala, la mañana del miércoles.
Julia Rojas, esposa de Euclides, declaró que las autoridades policiales aún no les dan información del homicidio.
Argenis Villalobos, chofer de la ruta desde hace 23 años, aseguró que hay muchos atracos a toda hora. “A mi ya me han quitado el carro dos veces para pedir rescate, pero es la primera vez que matan a uno de la línea”.
Danilo Rodríguez, otro chofer, contó que “en el sector se necesita mucha vigilancia policial porque la zona está descuidada. Casi todos los meses hay atracos”.
Gregorio Zerpa, presidente de la línea Carmelo Urdaneta – Barrio Obrero desde hace seis años, dijo que espera que todo se aclare. “A nosotros a diario nos roban los carros. Lo que queremos es más seguridad porque todo carro que pasa de cinco esquinas está atracado.” puntualizó.
Se espera el pronunciamiento de las autoridades, pues tomaron evidencias audiovisuales de unas cámaras de seguridad pertenecientes a una panadería, una licorería y una casa familiar cercanas al lugar de los hechos en las cuales, se presume y espera, haya registro de los responsables del suceso. De no haber respuesta por parte de las autoridades, agregó Zerpa: “nos iremos a paro el lunes, junto a las líneas del Marite, La Rotaria, Villa Baralt, 5 de Julio, Bella Vista, Country Club, Bajo Seco, que nos han ofrecido su apoyo”.
El sepelio del conductor se realizó al mediodía de ayer, en el cementerio San Sebastián, en La Concepción.
A Villalobos se le recuerda como un hombre buena gente y compañero, “no te dejaba morir en nada”, testificaron sus compañeros.