Polvorín en Isla de Toas

El asesinato del oficial de Polifalcón, Joffe Montiel Palmar, de 36 años, ejecutado el pasado lunes, hizo despertar la ira de la población isleña.
Los familiares de Montiel junto con toda la comunidad indígena, levantaron su voz y gritaron auxilio a las autoridades, durante su protesta. Con cauchos encendidos cerraron las calles principales de Isla de Toas, municipio Almirante Padilla.
Desde las 10:00 de la mañana del miércoles, gritaban consignas y mostraban pancartas que acusaban directamente al alcalde de la población Yldebrando Ríos, como “un asesino, mafioso y corrupto”, como afirmó contundentemente María Elena Moronta, de 63 años, residente del sector wayuu, a Versión Final.
La ama de casa, en compañía de Marlín Marín, de 32 años, explicó que la isla desde hace muchos años es azotada por la banda “Los Maneto”, quienes son oriundos de Punta de Palma y tienen como objetivo acabar con todos los funcionarios, para ellos quedar como líderes absolutos del territorio.
Revelaciones
Denunciaron que estos maleantes son dirigidos por Wilson Rafael Díaz Morales, alias “El Maneto”, líder de la organización, vocero principal del consejo comunal del sector La Cabecera y jefe de seguridad de la Alcaldía. Esto lo certificaron los uniformados del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez), quienes por temor a represalias no se identificaron.
Revelaron que efectivamente el Alcalde “respalda a la banda y paga millones de bolívares a los jueces, para liberar a algún miembro de la banda, cuando cae preso”.
Ante esta problemática y acusaciones, el alcalde bolivariano Yldebrando Ríos aclaró a este rotativo que no tiene que ver “en lo absoluto”, con “Los Maneto”. Explicó que tiene relación con Wilson Díaz y Nervis Reyes, vocero principal del consejo comunal de Sotavento, por temas políticos. Indicó que no tiene que ver con las acciones que Nervis tomó durante la balacera del lunes, donde quedó detenido por disparar contra el Polifalcón y casi acabar con su tío José Luis Montiel, oficial del Cpbez.
“Ya estamos cansados de callar. Si la comunidad wayuu no se alza, acá seguimos siendo sometidos y ya basta. No más. Exigimos protección, si no, nos defenderemos nosotros”, sentenciaron los Montiel quienes quemaron la casa de Nervis.