“Mi papá era un hombre ejemplar”
El cuerpo de Fredys José Viloria Vásquez, transportista ultimado dentro de su vehículo Caprice, para robarlo, el pasado jueves, fue velado la tarde del viernes en su hogar, ubicado en el sector Altamira en Pomona.
A las 12:00 del mediodía, su hijo, Luis Viloria, llevaba el féretro de quien en vida fue “un hombre ejemplar y dedicado a su trabajo”.
En compañía de familiares y amigos, le darían cristiana sepultura al transportista de 59 años.
Su hijo Luis, narró que la última vez que habló con su padre fue el día miércoles por la noche. El jueves, mientras dormía, sonó su teléfono, vecinos y parientes le dieron la mala noticia. Después de la policía, él fue el primero en llegar al lugar del crimen.
“Mi papá era un hombre ejemplar, me levantó a mí y a mis hermanas con esfuerzo y dedicación. Siempre trabajando duro por nosotros”, afirmó Luis, ingeniero y el único varón de cuatro hermanos.
Viloria llevaba más de 20 años como transportista de la Clínica Falcón, según indican sus familiares. Apróximadamente cuatro meses tenía el hombre con el carrito Caprice, blanco. Un sobrino que vive en el fondo de su residencia, ayudó a arreglarle el motor.
Cuando pirateaba como transporte de la ruta Pomona, salía de casa a las 6:00 de la mañana, le tomaba unas dos horas hacer el recorrido para luego regresar a casa y salir a las 9:00 de la mañana para cubrir su horario en la clínica.
La víctima era muy querida en el sector. La sala de su casa se llenó de compañeros de trabajo, sobrinos, primos y hermanos.
Su cuerpo fue sepultado en Jardines de La Chinita, el viernes a la 1:00 p. m. Los cuerpos de seguridad de la ciudad planifican un despliegue de efectivos para brindar seguridad al transporte público.