El diario plural del Zulia

Muere arrollado un niño de seis años en La Polar

Con su carrito de control remoto entre sus manos, murió Jorge Luis Boscán Morales, de seis años, durante la Nochebuena. Un Mazda 6 color azul lo atropelló frente a su hogar, en la calle 189 con avenida 49B del barrio La Polar, municipio San Fracisco, cuando intentaba pasar la calle junto a sus primas de tres y 14 años.
Con el impacto, el cuerpo del pequeño salió expelido y cayó al pavimento a 50 metros de distancia del vehículo que lo arrolló, accidentalmente. El responsable no estaba ebrio e iba acompañado de su esposa y su hijo. Según los Boscán Morales, este venía a exceso de velocidad y con pocas luces. La oscuridad de la zona dificultó la visibilidad y provocó la tragedia familiar.
El conductor, tras impactar al niño que cayó boca arriba, se bajó del carro y lo cargó entre sus brazos, en medio de una crisis de nervios y llanto. Jorge Luis Boscán, al darse cuenta de lo ocurrido salió de su casa corriendo. Cuando vio que era su hijo el que estaba inconsciente, se lo quitó al responsable de sus brazos, lo cargó él y se subió al Mazda 6, que manejó a toda velocidad hasta el Ambulatorio El Silencio.
A las 9:30 de la noche del 24 de diciembre, ingresó Jorge, al centro de salud. Los médicos de guardia indicaron que el niño presentó politraumatismo generalizado y a los pocos minutos de su ingreso falleció. “El hombre que atropelló al pequeño estaba devastado. No paraba de llorar, al igual que su esposa, pues aseguraban que había sido un accidente. El remordimiento de haber acabado con la vida de un inocente y en un día tan especial, no se lo perdonaban”, recordó el personal de guardia.
Odaly Morales está en estado de shock. No supera y aún no cae en cuenta que perdió al cuarto de sus cinco hijos en Nochebuena, luego de que el Niño Jesús le regalara el carrito de control remoto que tanto deseaba.
El progenitor cuenta que Jorge había salido con sus primas a la cuadra de al lado a comprar estrellitas, para encender y jugar en familia. Cuando ellas regresaban a la vivienda, que intentaban cruzar la calle, vieron pasar un carro y se detuvieron. Pero el que venía atrás no lo vieron porque las luces estaban tenues y venía muy rápido. El primero en bajar de la acera fue Jorge y es allí que pasó el Mazda, que arrebató al niño de las manos de sus parientes que lo cuidaban.
Su madre llora sin pausa y sin consuelo. “Mi hijo era un niño hermoso, cariñoso, inteligente y muy querido por todos”, expresó Odaly.  El papá del bebé cuenta con tristeza que su niño estudiaba en la sala de cinco años del Kínder 24 de Julio. “Era ejemplar. Murió con su carrito a un lado. Siempre me decía que quería uno y solo lo pudo disfrutar por unas tres horas”.
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