“Mi padre murió infartado, no tiroteado”
Ayer en la mañana se presentó María Gauna en la morgue de Maracaibo, para retirar el cadáver de su padre, Aneuri Jesús Gauna, de 58 años.
La joven indicó que su padre falleció, al parecer de forma natural, el pasado viernes, a las 2:00 de la tarde, dentro de la granja El Carmen Maestre, situada en el Kilómetro 48 vía Perijá.
La chica, bastante dolida por su pérdida, aclaró que su progenitor no fue asesinado a balazos como lo publicó el sábado un medio impreso marabino.
Desmintió esa hipótesis y aseguró que su padre falleció aparentemente de un infarto, según la necropsia de ley que le practicaron.
“Yo vi el cuerpo y no tenía heridas de ningún tipo. Mi papá era un hombre sano y trabajador. No tenía motivos para que alguien lo matara. Y en efecto, eso no ocurrió. Se murió porque así Dios lo decidió”, expresó Gauna.
Los sabuesos de la policía científica certificaron las palabras de María al detallar que el fallecimiento del señor de 58 años, efectivamente, había sido de un infarto y no violenta como se dijo en primera instancia.