El diario plural del Zulia

Lo asesina su amiguito en una granja

Un tiro de escopeta calibre 12 milímetros en la cabeza acabó con la vida de Ángel Eduardo Urdaneta Montiel, de 12 años, el pasado domingo, a la 1:00 de la tarde.

El proyectil lo impactó por detrás y le salió por la boca. Su vecinito de 11 años accionó el arma aparentemente por accidente, cuando jugaban en una granja de cultivo de yuca, situada en el parcelamiento Manantial del Cují, del sector La Rinconada, parroquia Antonio Borjas Romero.

Ángel, estudiante de quinto grado, en la escuela María Sánchez, salió de su hogar para acompañar a su hermano Lorenzo Urdaneta, de 21 años, a su trabajo como obrero dentro de la granja, desde hace cuatro semanas. En la estancia, el pequeño se consiguió con un niño de 11 años que vive en una casa aledaña, y comenzó a jugar.

Lorenzo, viendo que su hermanito estaba entretenido, aprovechó a salir por unos minutos con su patrón, a reparar una bomba de agua. En ese momento, el jovencito de 11 años consiguió en una enramada la escopeta utilizada para cuidar la propiedad. Comenzó a manipularla y se le escapó un tiro. La detonación alertó a la comunidad.

Unos trabajadores se acercaron a ver qué había sucedido y encontraron el cuerpecito de Ángel tendido en el suelo, con la cabeza desbordada de sangre. Murió al instante.

Uno de los curiosos corrió a la vivienda para darle la mala noticia a Deisy Leonor Montiel, madre de la víctima. La mujer cuenta que el alma se le quebró y desesperada fue hasta el cuerpo de su hijo. Al tenerlo a sus pies sin vida, se desmayó. “Yo sentí que mi mundo se derrumbaba. Mi hijo era un niño tranquilo, no salía a la calle y era muy buen estudiante. Era el menor de mis seis hijos”.

Los sabuesos del cuerpo detectivesco levantaron el cadáver del niño, a las 4:00 p.m. Indican que están averiguando los hechos para saber si se trató realmente de un accidente.

Mientras, al pequeño homicida lo llevaron a declarar a la sede del Cicpc, acompañado de su madre y el dueño de la granja, que según Eduvilia Urdaneta, hermana de la víctima, es comisario.

Al estudiante le realizarán los actos velatorios en la parcela de su madre, en La Rinconada.

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