Mata a su madre y a su abuela por “petición de un demonio”

Como si de una película de terror se tratara, un joven de 19 años asesinó a su progenitora y a su abuela, en el caserío El Llano, parroquia Libertad, del Municipio Machiques de Perijá, aproximadamente a las 3:00 de la madrugada de ayer.
Johandry José Arrieta Gómez no aguantó más las voces que invadían su mente. Aunque trató de evitarlas, una de ellas le dijo que era hora de que iniciara “la limpieza”, y por esa petición tomó una piedra pesada y le aplastó la cabeza a su madre, Fanny Raquel Arrieta Gómez, de 50 años, y a su abuela Vasilisa Gómez, de 75, dejándolas muertas en el lugar.
“Johandry es un muchacho totalmente perturbado, los demonios tomaron posesión de su cuerpo y mente y realizó el atroz hecho que conmocionó a todos los residentes de la vía que conduce al río Macoíta”, dijo una fuente policial.
Varios ataques psicóticos, donde las alucinaciones estaban a flor de piel, evidenciaron una vida llena de eventos violentos. Un día antes de cometer el terrible crimen fue necesario que lo amarraran por unas cinco horas para que se “calmara y hacerle un exorcismo para que los entes lo dejaran tranquilo”, destacaron vecinos.
En horas de la noche del sábado, Fanny lo soltó porque “los demonios abandonaron a Johandry”, y confió en que uno de sus hijos menores no le haría daño nunca; pero su amor de madre le falló y resultó muerta. En una de las habitaciones quedó el cuerpo de la mujer; unos metros más adelante el de la septuagenaria.
El jovencito tenía tiempo residiendo en Caracas, pero su madre lo trajo a su tierra natal para cuidar de él.Muy pocos días tenía en la localidad, pero desde el inicio fue bastante violento.
Una fuente ligada con la investigación reveló que el joven, tras cometer el crimen, se quedó como si nada hubiese ocurrido en la residencia.
“El ahora detenido, luego de incurrir en el hecho, manifestó a los familiares que lo vieron que todo se debió a la petición de un demonio y que debía limpiar”, recalcó el sabueso.
“No quería hacerles daño”
Totalmente ido, Johandry fue aprehendido por una comisión de efectivos de la Zona Fronteriza de Machiques, del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). A los funcionarios les confesó su crimen.
Parientes y allegados de las dos mujeres vieron al joven luego de cometer el crimen; lo encerraron en una habitación y allí fue capturado.
“No quise hacerles daño, estaba haciendo una limpieza, como me dijeron los demonios”, relató a los detectives el matricida.
Fue llevado a la sede del Cicpc y con la mirada totalmente perdida, como si se encontrara en otro mundo, fue encerrado en una de las celdas.
Enfermedad mortal
El doble homicida es esquizofrénico, según comentan varios especialistas en psicopedagogía y psicología.
Sara Cuesta, psicopedagoga con más de 20 años de experiencia en la materia, asegura que la enfermedad mental se desarrolla principalmente en hombres, en la adolescencia.
“Hay que indagar si durante su adolescencia vivió algún episodio psicótico, así se podría determinar todo su cuadro clínico. Obviamente alguien con esta patología no diferencia la realidad de la mentira”, destacó.
El paciente no se arrepiente del daño efectuado y generalmente no siente culpa porque considera que su actuar fue correcto.
“Se plantea que el maltratador fue víctima en su etapa de desarrollo, y por ese motivo desarrolla una tendencia inundada en la violencia”, aseguró el psicólogo Gilberto Zuleta.
En 2012, un sordomudo apuñaló a su progenitora, Mercedes Nazariego, de 42 años, cuando ella le discutió porque salió a beber y llegó en horas de la madrugada, en el sector La Victoria, del municipio Valmore Rodríguez.
Hansel Daniel Hernández Nazariego, luego de cometer el matricidio, metió el cadáver de la mujer dentro de una bolsa negra y lo escondió debajo de su cama. A sus parientes les aseguró que la fémina habría salido al hospital a inyectarse porque presentaba unos dolores y necesitaba revisión médica.