El diario plural del Zulia

Investigan a dos sujetos por la muerte del coreógrafo

Ahogada en llanto, con la mirada perdida y aún en shock. Así se encontraba Nazarelys Fuenmayor en el acto velatorio de su hijo, Alberto Méndez Fuenmayor, de 24 años, hallado muerto el jueves en su apartamento del conjunto residencial San José.

La funeraria El Carmen fue el escenario donde familiares y amigos lloraban desconsolados la pérdida del diseñador y coreógrafo, brutalmente asesinado a batazos, puñaladas y golpes con objetos contundentes.

Por la saña en el crimen, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) maneja el móvil del crimen como pasional.

La reunión 

Según vecinos, el día martes la víctima ingresó a su vivienda, ubicada en Haticos, por Puente España, con dos hombres. Situación que alarmó a las autoridades, quienes presumen que estos sujetos podrían ser sus homicidas, pues las puertas no estaban violentadas. 

En el apartamento se encontraron varias botellas de alcohol y cajas de cigarros. Circunstancias sospechosas, ya que según allegados del coreógrafo, él no fumaba, ni consumía bebidas alcohólicas. Se supo que el joven tenía poco tiempo viviendo solo. Su progenitora se había ido a cuidar la casa de su hija que se encontraba en otro país.

Alberto Méndez no respondía las llamadas desde el martes. Su mamá y algunas vecinas lo llamaron, pero nunca contestó. La preocupación llevó a Nazarelys a ir hasta allá a ver qué ocurría. Topándose con la trágica escena en su apartamento. Al parecer el infortunado tenía unas 24 horas muerto.

En el lugar se registraron destrozos, pero no hubo señales de robo. Solo está desaparecido uno de los celulares de la víctima, el otro lo encontraron con la pantalla quebrada.

Trascendió que los sabuesos interrogaron a la expareja de Méndez, un joven, quien manifestó que desde hace un tiempo no están relacionados. Se encuentran en la búsqueda de los presuntos homicidas.

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