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El pánico marabino tras el fatídico 18-Feb: “La inseguridad no solo está en supermercados”

Los usuarios coincidieron en que prefieren salir a hacer sus compras y diligencias en horas de la mañana porque ya a partir del mediodía los riesgos de inseguridad pueden aumentar

Temor, zozobra y riesgo, son los sentimientos que se apoderaron de los marabinos tras los recientes atentados por cobro de extorsión que conmocionaron a la ciudad, este sábado 18 de febrero, y que dejaron un lamentable saldo de un trabajador fallecido, y otros seis empleados más dos clientes heridos.

El equipo reporteril de Versión Final hizo un recorrido por el centro comercial situado en la avenida La Limpia para conocer la opinión de los usuarios y comerciantes con respecto a la inseguridad desatada en las calles, mercados y lugares públicos. Y que el fin de semana tiñó de sangre una carnicería y un supermercado.

Con insistencia y seguridad en sus opiniones, los ciudadanos coincidieron en que prefieren salir a hacer sus compras y diligencias en horas de la mañana porque ya a partir del mediodía los riesgos de inseguridad pueden aumentar.

José Luis Chacín.

La “incertidumbre” y “preocupación” persiguen a José Luis Chacín, un adulto mayor que expresó a Versión Final el riesgo y temor que siente de estar haciendo compras mientras ocurre un ataque, tal y como lamentablemente ocurrió con el fallecimiento de uno de los trabajadores de la carnicería “Tu Finca Express”, tiroteada el sábado pasado.

Igualmente, opinó que “la inseguridad no solo es en supermercados, también ocurre en plazas, parques y lugares de afluencia zuliana”.

Ayer iba a caminar en la plaza de la República y me tuve que devolver porque me dijeron que estaba un motorizado atracando por ahí”, contó Chacín.

Nilda Villasmil.

 

Nilda Villasmil, cliente de un supermercado, sugirió a Versión Final hacer todas las compras en horas de la mañana y lugares en los que no haya mucha cantidad de gente, para evitar demoras y correr el riesgo de estar presente en un atentado.

Asimismo, denunció que la falta de patrullaje y organismos de seguridad en los establecimientos públicos deja vulnerables a los comerciantes y usuarios que concurren al lugar. Agregó que la policía se la mantiene en las alcabalas y solo “molestan al que transita” pero no ve operativos dentro de los centros comerciales.

"¿Por qué no los llevan a los sitios dónde las personas están siendo extorsionadas? Porque sí hacen las denuncias pero ellos (la policía) hacen caso omiso”, señaló Villasmil.

En cuanto a protección y resguardos de seguridad, Greiser Bastidas informó que ha visto patrullajes en algunos puntos de la ciudad como en la C-2. Sin embargo, muy pocas veces ha visto policías custodiando los centros comerciales.

Por otra parte, la señora Ligia Díaz describió que “el adulto mayor es el que más riesgo tiene si se presenta un atentado”, y procura siempre estar acompañada para no sentir tanto temor cuando sale a la calle.

Ante esto, Alexander Vielma, quien asistió al supermercado para hacer sus compras, comentó a Versión Final que los casos de extorsión siempre han sucedido en Maracaibo, que “no es nada nuevo”. Por lo tanto, opinó que no se puede dejar de salir y trabajar, aunque sí “estar prevenidos”.

Alexander Vielma.

 

Comerciantes abren con miedo sus negocios

“Tanto el ciudadano como el comerciante están expuestos a cualquier cosa”, fueron las palabras de la empresaria Alejandra Ferrer, quien expresó el temor que siente al abrir su negocio todos los días y correr el riesgo de ser la próxima extorsionada.

Alejandra Ferrer, comerciante.

La mujer contó a Versión Final que cerca de su negocio, en avenida La Limpia, no ha observado patrullaje de policías, aunque sí en otros lados como el Sambil, donde asistió la semana pasada y aseguró haber visto mayor seguridad.

Además, la justicia para los comerciante cree que debe ocurrir con “el trabajo en conjunto del Gobierno y los jefes de seguridad”, por lo que pidió que las autoridades se aboquen rápido a ese tema.

 

Finalmente, la comerciante Betty Colmenarez expresó que desde el atentado en el supermercado Samba y en la carnicería ha sentido mucho miedo de trabajar y asistir a los establecimientos, también ha visto que “pocos negocios han abierto desde que sucedió el tiroteo”.

Betty Colmenarez, vendedora.
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