El diario plural del Zulia

Chofer asesinado estaba haciendo la última carrera para ir a celebrar su día

María Vera, madre de Moisés Portillo, chofer de la línea de carritos de San Francisco asesinado el domingo en horas de la tarde tras resistirse al robo del vehículo que conducía, no podía creer que estuviera llorando al cuarto de sus seis hijos.

Sentada en el frente de la humilde vivienda # 12-50 del barrio San Miguel en la parroquia El Bajo, la desconsolada mujer no se cansaba de recordar la alegría que mantenía su “Tontico” como solía decirle por cariño. Contó que ese día llegó como a las 2:00 de la tarde y le echó mucha broma “estaba contento” y dijo: “Mamá, ya vengo, voy hacer la última carrerita y vengo a celebrar con mi hermano y mis hijos el Día del Padre”. Y como cosas crueles del destino, acertó en su palabra. Fue la última carrera de su vida.

“Yo lo abracé fuerte y él me dijo: ‘mami, me vas a partir las costillas’. Ojalá lo hubiera abrazado más para que no se fuera”, dijo la conmovida madre. Todo lo que se podía escuchar de Moisés entre los amigos y familiares era que gozaba de un carisma inigualable y una generosidad envidiable.

El joven, de 24 años, a la par de su trabajo como chofer de tráfico también realizaba labores de mecánica a la mayoría de los vehículos de sus compañeros de la línea.

“Todo lo que hacía era para sus hijos. No había un día que no trabajara para proveerles de alimentos y lo que necesitaran”, comentó una vecina.

Moisés dejó en la orfandad a cuatro niños, dos hembras y dos varones. Desde muy joven se inició en el mundo del transporte público.

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