Bebé es aplastado por camioneta
Sin aliento y lleno de remordimiento lloraba Mervin Rodríguez, por la muerte de su hijo Samuel David Rodríguez Otero, de dos años y medio.
El pequeño murió aplastado por la camioneta de su padre, una Cheyenne Pick Up, doble cabina vinotinto, el pasado lunes, a las 7:30 de la noche, en el estacionamiento de su vivienda, en el sector Primero de Mayo.
Uno de los tantos familiares que esperaban la entrega del cuerpecito en la morgue de Maracaibo recordó su tragedia.
Los Rodríguez, iban llegando a su hogar, luego de haber pasado el Día del Trabajador visitando parientes. Sus hijos de cuatro, 10 y 12 años, se bajaron de la Cheyenne y entraron a la casa, mientras que Claudia Otero su esposa sentó a Samuel en una silla para poder abrir el portón del garaje. En un descuido el niño se bajó y cuando su padre estacionaba el vehículo, corrió a recoger un carrito que se le había caído. Mervin no lo vio y sin querer al retroceder le impactó la cabeza.
Dolor
El grito desgarrador de Claudia hizo que su marido se detuviera. El hombre lleno de angustia al ver a su hijo lastimado, lo subió a la Pick Up y lo trasladó hasta la emergencia del Hospital Chiquinquirá, donde llegó sin vida. Sufrió traumatismo craneoencefálico severo.
“Papi perdóname, ustedes mis hijos son la razón de mi vida. Yo no sé cómo voy a poder seguir viviendo. Estoy que me vuelvo loco con todo esto”, expresaba desconsolado el progenitor del bebé. Mientras que su madre se preguntaba cuando lo volvería a ver.