Acribillan a prestamista frente a sus dos escoltas

Ante la mirada atónita de sus dos escoltas de Policabimas, José Luis Rodríguez Martínez, de 45 años, fue interceptado por sujetos que se desplazaban en una camioneta negra, quienes lo balearon en cinco oportunidades en la Circunvalación 1, a la altura del hotel Aladdin, aproximadamente a las 4:00 p. m.
El comerciante, dedicado a bienes raíces y a su vez a la compra y venta de vehículos, recibió dos balazos en el cuello y tres en su brazo izquierdo. Los sicarios emprendieron la huida a veloz marcha y sus escoltas optaron por socorrerlo y llevarlo al Hospital General del Sur (HGS), donde ingresó sin signos vitales.
La noticia corrió como pólvora y un sobrino que reside en los Estados Unidos fue notificado de tan fatídico hecho. Inmediatamente llamó a sus familiares que residen en el sector Concordia, de Cabimas, y les avisó sobre lo sucedido.
Rodríguez habría sido protagonista de dos atentados más, pero nunca quiso irse del país. El primero se registró en la avenida Miraflores de Cabimas y lo internaron en el Centro Médico de esa ciudad; el segundo se perpetró en la avenida Cumaná. Tenía pendiente de un juicio para uno de sus sicarios.
Hermanas, sobrinas, primas y demás familiares de “Tata”, como era llamado cariñosamente el hombre, se desplomaron en la morgue del HGS.
“Dejáme verlo, necesito verlo”, le exigía una de las féminas a otra. Una vez adentro, los gritos y el llanto no se hicieron esperar.
En la emergencia pediátrica del centro asistencial se encontraba la camioneta. Allí los sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), realizaban las experticias para colectar todas las evidencias pertinentes y así lograr identificar a los perpetradores de tan cruento crimen. En la puerta del conductor había un impacto de bala.
Se conoció, que el vendedor de bienes raíces empeñaba Tarjetas Electrónicas de Alimentación (TEA) a los empleados de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y tenía muchos enemigos por ese motivo.
“Empeñaba las tarjetas en 70 mil bolívares y tenía actualmente 500 TEA en su poder. Obviamente eso le trajo muchos enemigos. Se presume que quien ordenó su muerte sea quien lo intentó asesinar en la primera ocasión”, aseguró una fuente ligada a la investigación.
José Luis era padre de tres hijos, dos varones y una hembra y el menor de seis hermanos. Familiares no quisieron declarar sobre lo sucedido.