Armas y balas exclusivas de las Fanb en manos de bandas
“El mercado ilegal de armas y municiones en Venezuela tiene como origen la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y los cuerpos policiales del país”. Así lo sentencia la abogada Rocío San Miguel, presidenta de la asociación civil Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional.
Afirma que “en Venezuela, el control de armas no existe y ha sido un fracaso la Ley sobre el Desarme y el Control de Armas y Municiones, por ausencia de voluntad política”.
Esa falta de control de armas se refleja en el accionar de las megabandas criminales, que se apertrechan de armas largas, que provienen de la FANB o de policías.
“En Venezuela hay una transferencia clara de armamento de los cuerpos de seguridad del estado y de la FANB hacia los grupos irregulares e ilegales”, asegura el director de la asociación civil Paz Activa, Luis Cedeño.
“Hemos observado, con muchísima preocupación, en los dos o tres últimos años, cómo las manifestaciones criminales llamadas megabandas se procuran de un arsenal de armas, de exclusivo uso de la Fuerza Armada, como ri es AR15 y ri es AK47, de producción nacional”, añadió.
El analista en seguridad y violencia urbana y columnista de El Nacional, Marcos Tarre Briceño, coincide con Cedeño, en cuanto a que esas bandas criminales se han armado con fusiles de asalto, incluso ametralladoras, y sobre todo granadas”.
Más de 20 ataques con granadas se reportaron en el país, en 2015. En el Zulia destaca el ocurrido el pasado 24 de mayo, en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), de La Cañada de Urdaneta, protagonizado por Euris Cardozo Hernández, miembro de una reconocida banda delictiva de esa zona (ultimado en Caja Seca, en un enfrentamiento, seis meses después, con el Cicpc y la Guardia Nacional).
También hubo otro ataque con granada a una residencia de la calle 55 con avenida 94, barrio Armando Reverón, al oeste de Maracaibo, el pasado 21 de noviembre, con ocho heridos.
Este año, el 11 de mayo, dos niños fueron víctimas de otro ataque con granada, en el sector 23 de Enero,
Caracas. Uno de ellos murió. Hampones enfrentaron al Cicpc cuando los funcionarios los divisaron en un vehículo, y les iban a dar la voz de alto.
“Venezuela se ha convertido en uno de los países con mayor uso delincuencial, por parte de civiles, de granadas fragmentarias. Es uno de los países con más muertes y lesiones por granadas fragmentarias, en un país que no está en guerra”, puntualizó Cedeño.
“Control” militar
Según Tarre Briceño, “en 1999 se cometió un gravísimo error, dejar en manos de los militares el tema de las armas de fuego. Es lógico que lo que era –antes de quedar extinta– la Dirección de Armamento de la Fuerza Armada (Darfa) haya controlado las armas de los militares”, antes de ser aprobada ese año, vía referendo, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Para Tarre, se tomó una decisión “muy simplista” al dejar el control del armamento en manos de los militares. El artículo 324 de la Constitución refiere que “la Fuerza Armada Nacional será la institución competente para reglamentar y controlar, de acuerdo con la ley respectiva, la fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito, registro, control, inspección, comercio, posesión y uso de otras armas, municiones y explosivos”.
Luis Cedeño recordó que las armas de grado bélico son del exclusivo monopolio y manejo de la FANB, y se pregunta dónde ha fallado la Fuerza Armada en controlar y mantener el monopolio de ese tipo de armamento.
Quienes encabezan esas megabandas han llegado a exhibir su poder de fuego mediante fotos publicadas en redes sociales. José Tovar Colina, “El Picure”, el extinto líder negativo de su banda compuesta por más de 100 hombres, poseía fusiles y armas automáticas, con las cuales hacía frente a los cuerpos policiales, aunque el pasado martes 3 cayó fulminado ante comisiones mixtas, policiales y militares en el estado Guárico, donde operaba.
En la Cota 905, Caracas, grupos delictivos aún enfrentan a los cuerpos policiales con armas largas, a pesar de las Operaciones para la Liberación del Pueblo (OLP).
En mayo, ocho hampones fueron abatidos en la zona. Sobre el marcaje de armas y municiones, Cedeño dijo que al salir de Cavim deben tener ese marcaje de su destino, las policías o la FANB.