Un estudio demuestra la importancia de la terapia endocrina contra el cáncer de mama
Un estudio internacional en el que han participado cerca de 6.000 pacientes ha demostrado la importancia que tiene la terapia endocrina, combinada con un fármaco, en el tratamiento del cáncer de mama.
En la investigación, que ha publicado sus resultados en la revista Annals of Oncology, ha participado un grupo de científicos del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) -sur de España- liderado por Isabel Blancas López-Barajas y por Sergio Granados, que han colaborado en el ensayo clínico internacional.
Los resultados del estudio han demostrado que la terapia endocrina, combinada con un fármaco utilizado en el cáncer de mama llamado Abemaciclib, supone un tratamiento de mayor seguridad y mejores resultados percibidos por las pacientes en el tratamiento del cáncer de mama de alto riesgo en sus etapas iniciales.
Este estudio internacional, en el que han participado investigadores del ibs.GRANADA, el Hospital Universitario Clínico San Cecilio y la Universidad de Granada, es un ensayo clínico en fase 3 en el que han participado casi seis mil pacientes de diferentes países.
Se ha realizado un seguimiento de 27 meses comparando pacientes con terapia hormonal con y sin Abemaciclib, con el objetivo de observar los efectos adversos de ambas líneas de tratamiento.
En estudios previos ya se demostró en pacientes con cáncer de mama de alto riesgo con receptores de estrógenos positivos y Her-2 negativo una mejora clínicamente significativa en la supervivencia libre de enfermedad invasiva con el tratamiento combinado del fármaco y la terapia hormonal.
La investigación ha analizado la incidencia de efectos adversos, su manejo clínico y el desenlace de los mismos en pacientes que han tomado el fármaco, así como la calidad de vida percibida por ellos según los síntomas y otras variables como el peso que tuvieron en su vida estos efectos adversos.
Los resultados obtenidos demuestran que combinar el fármaco con la terapia endocrina, a pesar de que puede producir un aumento en la incidencia de efectos adversos, no implica que las pacientes sufran más complicaciones clínicas.
A pesar de que los efectos adversos de este tratamiento fueron mayores en el grupo que recibió el fármaco, se trató generalmente de problemas que solo se detectaron en las analíticas sanguíneas y que carecían de significancia clínica y que se pudieron revertir y gestionar utilizando medicación.