El diario plural del Zulia

Qué es el síndrome del corazón feliz: causa de la muerte de un aficionado argentino

Una enfermedad muy poco frecuente que se desarrolla en casos de felicidad extrema

El síndrome del corazón feliz ha adquirido cierta notoriedad al trascender la noticia de la muerte de un joven egipcio a causa de esta rarísima patología que se produce en casos de felicidad extrema. En este caso se trata de un joven que experimentó un gran sentimiento de felicidad al ver la victoria de la selección argentina en el Mundial de fútbol. Este joven egipcio de 26 años sufrió un infarto después de publicar en sus redes sociales que era el día más feliz de su vida porque había visto el triunfo de Leo Messi en la Copa del Mundo.

La causa de la muerte fue el llamado síndrome del corazón feliz, una rara enfermedad que afecta especialmente a hombres y que consiste en una afección cardíaca activada a causa de vivir momentos de gran felicidad como el nacimiento de un hijo o la consecución de una meta largamente esperada. El estrés emocional o físico repentino e inesperado causado por una noticia positiva provoca una liberación excesiva de adrenalina que puede dañar temporalmente el corazón de algunas personas y, en casos extremos, provocar la muerte por infarto.

Las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las previsiones de este organismo internacional indican que se espera que entre 2023 y 2030 mueran casi 24 millones de personas a causa de alguna enfermedad cardiovascular. Un estudio publicado en la revista  Harvard Health Publishing aclara que en algunos casos la miocardiopatía por estrés puede producirse no únicamente por impactos negativos, sino también por sentimientos de extrema alegría. El citado estudio concluye que el síndorme del corazón feliz puede provocar distintas complicaciones de salud como un shock cardiógenico, un accidente cerebrovascular o un edema agudo de pulmón.

La investigación, realizada en el Hospital Universitario de Zurich, analizó casi 2.000 pacientes y descubrió que el 4% de los enfermos estudiados sufrían este síndrome por lo que se deduce que “los acontecimientos felices y tristes de la vida pueden compartir similares vías emocionales comunes, que en última instancia pueden desencadenar el síndrome” a causa de la intervención de estímulos psicológicos y físicos que afectan al cerebro y al sistema cardiovascular.

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