El diario plural del Zulia

¿Por qué es mejor respirar por la nariz que por la boca?

La boca es, fundamentalmente, la entrada de los alimentos, tanto sólidos como líquidos. Su mucosa tiene otro tipo de especialización y carece de cilios que filtren el aire que se respira

La respiración es un proceso esencial que, aparentemente, no necesita ser aprendido: todos respiramos desde que nacemos y no tenemos que entrenarnos para hacerlo bien.

¿Es así realmente? Pues no. Según los últimos estudios, parece que hay algo de técnica que aprender. Entre otras cosas porque no es lo mismo respirar por la nariz que por la boca.

Según reseñó BBC, una persona respira en promedio alrededor de 10.000 a 12.000 litros de aire en un día. Este aire, por muy limpio que esté, contiene partículas en suspensión como polvo, bacterias, virus o esporas de hongos que se depositan en las vías respiratorias y las superficies alveolares del pulmón.

Pero no entremos en pánico antes de tiempo: el aparato respiratorio sabe limpiarse y defenderse por sí mismo.

En realidad, sólo las partículas extremadamente pequeñas consiguen alcanzar el pulmón, con un diámetro inferior de entre 3 a 5 micras.

¿Por qué la nariz y no la boca? La boca es, fundamentalmente, la entrada de los alimentos, tanto sólidos como líquidos. Su mucosa tiene otro tipo de especialización y carece de cilios que filtren el aire.

Su función es lidiar con los patógenos que intentan entrar con los alimentos que ingerimos. Por eso, del mismo modo que no ingerimos alimentos por la nariz, tampoco deberíamos respirar por la boca.

Además, el aire que entra por la nariz se mantiene más caliente y ahuyenta gérmenes.

Respirar por la boca cambia los huesos de la cara

Respirar de manera habitual por la boca puede deberse a factores genéticos, malos hábitos orales u obstrucción nasal (hipertrofia de adenoides o amígdalas), presencia de pólipos nasales, desviación del tabique nasal, hipertrofia de cornetes o sinusitis.

Además, la respiración bucal puede estar relacionada con alergias respiratorias, condiciones climáticas o mala posición para dormir.

Y no hay que restarle importancia. Respirar por la boca puede cambiar la disposición de los huesos faciales en los niños.

Según una revisión científica realizada a partir de metaanálisis, la respiración por la boca provoca en los niños cambios en el desarrollo de los huesos faciales y una mala oclusión (la boca no cierra de manera apropiada por mal alineamiento de los dientes).

Entre otros cambios, la mandíbula y el maxilar rotan hacia atrás y hacia abajo, y existe una tendencia de inclinación labial de los dientes anterosuperiores.

El problema es que cerrar mal la boca causa problemas a nivel del músculo de la masticación, del cuello e incluso ocasiona cefaleas en los adultos.

Más de mitad de los niños de 12 años padece una mala oclusión de leve a severa, reportó la encuesta de salud oral en 2020 realizada por la Revista del Ilustre Consejo General de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España.

En cuanto a los adultos, también modificamos nuestra postura si respiramos habitualmente por la boca: doblamos el cuello hacia delante y cambiamos la posición de la cabeza y el cuello para adaptar el ángulo de la faringe y facilitar la entrada de aire a la boca. Mírese al espejo y podrá comprobarlo.

Si a estas alturas no está convencido de las ventajas de respirar por la nariz, pruebe a relajarse. Notará que respira por la nariz de una forma natural, mientras que necesitará forzarse para respirar por la boca.

Utilice la boca para respirar "sólo en caso de emergencia".

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