Nueva variante de Covid-19 no es más letal y puede ser contenida con vacunas actuales

Una nueva subvariante del virus Sars-CoV-2, identificada como NB.1.8.1, se está propagando de manera lenta pero constante en algunos países de Europa, Asia y Estados Unidos.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que no representa una gran amenaza para la humanidad gracias a los altos niveles de inmunización alcanzados tras olas anteriores de Covid-19.
La cepa fue detectada por primera vez el 22 de enero de 2025 en China y es una derivación de la variante recombinante XDV.1.5.1. Desde entonces, se mantiene bajo vigilancia internacional.
La nueva variante no es más letal
De acuerdo con el Sistema Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe, NB.1.8.1 presenta algunas mutaciones que podrían incrementar su capacidad de transmisión. Sin embargo, los datos actuales no muestran un aumento en la gravedad de los síntomas ni en la letalidad en comparación con variantes previas.
La OMS destaca que aunque la evolución del virus sigue siendo monitoreada, no se observa un impacto severo que supere lo ya conocido, siempre que se mantengan las medidas preventivas.
Mecanismos de control siguen siendo efectivos
La OMS subraya la importancia de tres factores clave para mitigar los efectos de esta nueva cepa, la vacunación, la vigilancia epidemiológica constante, y la cooperación internacional.
Además, hace un llamado a que la sociedad retome prácticas preventivas, como el uso de mascarillas en lugares cerrados, el lavado frecuente de manos y la ventilación de espacios.
Los contagios siguen siendo bajos
Hasta el 18 de mayo de 2025, el Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución de los Virus (TAG-VE) identificó 518 casos en 73 países, lo que equivale al 11 % de los casos sospechosos evaluados. A nivel global, NB.1.8.1 representa apenas el 10,7 % de los casos activos de Covid-19, lo que indica que las variantes anteriores aún son dominantes y mayoritariamente no letales.
Síntomas y transmisión
Los síntomas de la nueva variante son similares a los de versiones previas del virus: fiebre, dolor de garganta, tos, fatiga y dificultad para respirar. La transmisión sigue siendo por vía aérea, principalmente a través de secreciones respiratorias.
El contagio también puede ocurrir al tocar superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la nariz, boca u ojos.
La clave es la prevención
Aunque los síntomas suelen ser leves, especialmente en personas vacunadas, la OMS reitera que no se debe bajar la guardia. Medidas simples como evitar el contacto con personas enfermas, usar mascarilla en espacios concurridos y mantener una buena higiene respiratoria y de manos, continúan siendo herramientas fundamentales para controlar la propagación.