Estos son los posibles virus que ayudan a combatir el estrés
Estudios de la universidad de Cork en Irlanda, dieron a conocer la conexión existente entre la microbiota, el intestino y el cerebro, lo cual demostró tener una relación directa en el desarrollo de enfermedades neuropsiquiátricas como la depresión o la ansiedad.
Según el portal CuídatePlus, la exploración de esta conexión entre el intestino y el cerebro con la mediación de la microbiota abre la posibilidad de actuar sobre los virus y bacterias, con el fin de prevenir o tratar problemas de salud mental.
Tal y como ocurre con las bacterias, algunos virus ejercen efectos beneficiosos en el intestino, mientras que otros están relacionados con estados patológicos, es por ello, que para tener una buena salud se debe poner en práctica un adecuado equilibrio entre unos y otros.
De hecho, se ha comprobado que las personas centenarias tienen un viroma intestinal más diverso que contribuye a su salud y les protege de enfermedades infecciosas.
Dentro de los posibles virus se encuentran los probióticos, que son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas confieren un beneficio para la salud de quien los recibe.
Por otro lado están los prebióticos, productos alimenticios no digeribles que estimulan el crecimiento de especies bacterianas ya presentes en el intestino.
Mientras que los simbióticos son una combinación de uno o más probióticos con uno o más prebióticos.
Los postbióticos son componentes producidos por los microorganismos, liberados a partir de alimentos o constituyentes microbianos.
Por último, los alimentos fermentados son alimentos sometidos a un proceso de fermentación que hace que puedan contribuir a mantener el equilibrio de la microbiota intestinal.
El estudio encabezado por Nathaniel Ritz, de la universidad antes mencionada, advirtió que aún es pronto para determinar si este tipo de trasplantes de virus son eficaces en personas con estrés. Sin embargo, el valor de esta investigación radica en que supone una de las primeras demostraciones de que los virus intestinales están implicados en la respuesta ante el estrés y su manipulación podría aportar beneficios terapéuticos.