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Análisis: Oposición sin unidad legitimaría a Maduro en presidenciales de 2024

En víspera del 22 octubre, fecha prevista para las primarias opositoras, el escenario no es el mejor. Aspirantes a ser el o la candidata que enfrente al candidato del PSUV en 2024 deben refundar alianzas y trabajar en conjunto por el cambio. El tiempo se acaba.

En el camino hacia las presidenciales de 2024 hay una cadena de obstáculos para la oposición política venezolana, pero uno de los más grandes guarda relación con la imperiosa necesidad de acelerar un proceso de negociación y rescatar la unidad. En ese camino que no puede esperar mucho más, abundan los señalamientos, ataques y acusaciones.

Nataly Triana, investigadora y Mónica Castillo, asistente de Investigación de la Fundación Paz y Reconciliación, muestran un diagnóstico preciso sobre el escenario. Hacen énfasis en las disputas por y entre liderazgos, el personalismo político y la falta de coordinación. Cada uno de estos factores limitan la discusión y convierten sus dinámicas en el talón de Aquiles para lograr un viraje político de 180 grados.

“Mientras un sector busca la vía democrática, otros deseaban el uso de la fuerza y algunos esperaban abrir un espacio de diálogo. La finalidad de defender la democracia ha quedado desdibujada entre una lucha de egos y protagonismos”, escriben en el informe Elección primaria en Venezuela: los retos de una oposición fracturada.

Este documento, publicado en marzo pasado, resalta el rol del G4 (Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular), en la toma de decisiones. Esta coalición acusó un desgaste porque las controvertidas gestiones del gobierno interino de Juan Guaidó. “pusieron en duda la capacidad de la oposición y reforzaron la desconfianza de la ciudadanía venezolana frente a la posibilidad de cambio”. Como colofón, esa coalición, sin VP, tomó la iniciativa de disolver el gobierno interino de Guaidó.

Otra arista importante, según el informe, la juega el ascenso de Vente Venezuela en cabeza de María Corina Machado. “La carrera por las primarias ha llevado a enfrentamientos entre gran parte de los representantes de la oposición, como lo pone en evidencia las últimas declaraciones de este partido, que ha acusado al G3 de desestimular la participación ciudadana, puesto que estos están a favor de la asistencia técnica del CNE.

“Lo anterior muestra que la falta de un discurso sólido que una a la oposición en la lucha hacia la democracia ha creado una atmósfera de división que no ha hecho más que impedir sus propias victorias electorales y darle significancia al régimen de Nicolás Maduro”, se lee en el documento.

Unidad, genética democrática

Para Yoel Lugo, politólogo, las coaliciones para la unidad de los factores opositores al chavismo-madurismo, siempre han sido un tema complejo por la heterogeneidad al avizorar un proyecto país, por parte de los distintos partidos y sus representantes.

Sin embargo, Lugo afirma que los esfuerzos estarían a la vista. Resalta como primer proyecto unitario a la Coordinadora Democrática y más recientemente a la Mesa de la Unidad Democrática, luego Frente Amplio Venezuela Libre. Recuerda que el 21 de abril de 2021 se presentó a la colación con el nombre de Plataforma Unitaria de Venezuela.

Trabas institucionales, desaveniencias y conflictos internos atomizan por momentos a la oposición, pero Lugo cree que la ruta está trazada. Por eso, resalta, se planteó que las primarias previstas para el próximo 22 de octubre serían la propuesta para poder dirimir diferencias y evitar acusaciones de que unos pocos deciden por muchos, y además, permitiría darle legitimidad al candidato o candidata electa que se mediría en las presidenciales contra el candidato del Psuv.

Para ello se necesita robustecer el proceso y lograr una participación importante. Lugo enfatiza que los líderes deben asumir una madurez política firme, negociar y fijar posiciones con sensatez.

Deben evitar la visceralidad y los señalamientos destructivos entre unos y otros. La decisión de la asistencia del CNE ya fue tomada y por votación: Siete dijeron que sí y tres que no. Ambos coinciden en que se debe respetar la identidad del elector. Eso se debe respetar.

El especialista en temas electorales recuerda que, en las primarias opositoras, en 2012, se contó con la participación del CNE y el resultado favoreció a Henrique Capriles frente a Pablo Pérez y Leopoldo López sin mayores dificultades. “2024 es la mejor oportunidad. Ya la perdieron en 2018 y perdieron en 2020 el espacio ganado en 2015. Rectificaron tarde en 2021. Pueden ganar en 2024 con una unidad verdadera y sincera más allá de protagonismos”.

No hay otra salida

“El estado de Venezuela exige que haya unidad. Y lo exige, no de una manera romántica o platónica, lo exige de manera real. Aunque Venezuela haya tenido económicamente una ligera mejora en el último año desde hace 5 meses el deterioro es progresivo y alarmante”, expresa María Alexandra Semprún, politóloga, quien llama a los líderes de los partidos a darse cuenta que no es tiempo de personalismos.

Semprún enumera un escenario complejo, marcado por la inscripción de candidatos -inhabilitados- a las primarias sin ofrecer la carta de navegación del escenario que se asumiría si alguno de ellos gana esta consulta. Además, precisa que algunos dirigentes como Machado o Andrés Velásquez, mantienen una posición ambigua o contraria a la participación en el proceso con el CNE.  Eso sin contar, que Benjamín Rausseo es una figura que, en su discurso, coquetea con la corriente oficialista.

“El interés colectivo debe hacer entrar en razón a los candidatos que van a un proceso como el que se avecina”, esgrime con preocupación.

Luis Aguilar, director de la consultora Polianalítica, recuerda que la unidad fue uno de los principales factores que estimularon la participación masiva de los electores opositores en las elecciones parlamentarias del 2015, y sigue siendo ese factor, uno de los ingredientes fundamentales que requiere el sector opositor para materializar una victoria electoral ante el chavismo en las elecciones presidenciales.

Más allá de las posiciones desafiantes de algunos aspirantes a liderar a la oposición en las presidenciales, Aguilar es claro sobre el impacto individual de cada uno de los nombres puestos en mesa.

“Todos los candidatos presidenciales de la oposición, sean de derecha, centro o de izquierda, moderados o radicales, tradicionales o emergentes, amarillos, blancos o azules, tienen algo en común; y es que, en solitario, ninguno tiene probabilidades reales de ganarle una elección presidencial al chavismo. Esto los obliga a unirse, si quieren lograr un cambio político en la venidera contienda electoral”, detalla.

 

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