El diario plural del Zulia

Venezuela burla sanciones de EE. UU. con “barcos fantasmas” que cargan crudo con destino a Asia

El gobierno de Nicolás Maduro apuesta por buques de compleja identificación para evadir los controles de la Casa Blanca. Informe de Transparencia Venezuela en el Exilio reveló actividades de al menos 15 embarcaciones sospechosas de acciones furtivas en aguas territoriales del país, entre el 15 y el 30 de junio de 2025. Los buques llevan el crudo hasta China y otros países asiáticos

Buques con historiales opacos y banderas de conveniencia, conocidos como parte de las “flotas oscuras”,  llegan a diario a las costas de Venezuela para cargar petróleo de forma clandestina y sortear las sanciones impuestas por Estados Unidos. Su destino: China y otras naciones asiáticas, según un informe publicado por Transparencia Venezuela.

Uno de estos navíos, el Cape Balder, fue reportado al menos dos veces entre mayo y junio de este año cerca de la terminal de la refinería de Amuay, en el occidente del país. Se trata de un tanquero que supuestamente debía estar desguazado desde hace tres años, pero que sigue operativo, con una capacidad de carga de 81.000 toneladas. En todas sus visitas, zarpó cargado.

Las operaciones ocurren fuera de puerto, en aguas abiertas entre Venezuela y Aruba o Curazao, donde se llevan a cabo maniobras ship-to-ship (STS), o transferencia de crudo de buque a buque, una modalidad habitual en esquemas diseñados para eludir sanciones.

El corazón de una red internacional

Estas prácticas no son nuevas. Irán y Rusia también las han utilizado en aguas internacionales para mover petróleo en secreto. Pero en Venezuela, su uso se intensificó luego de las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) de EE. UU. en 2019. Tras la suspensión de sanciones a navieras griegas en 2020, los movimientos STS se volvieron comunes frente a terminales clave como Amuay y José (Anzoátegui).

Según un informe de S&P Global de noviembre de 2024, al menos 113 tanqueros fueron utilizados para el transporte furtivo de crudo venezolano ese año, muchos del tipo Aframax. En conjunto, representaban una capacidad cercana a los 14 millones de toneladas. Por comparación, Irán y Rusia movilizaron sus propias flotas oscuras compuestas por 155 y 586 buques, respectivamente.

El patrón se repite: barcos sin mantenimiento, de más de 20 años de antigüedad, muchos de los cuales deberían haber sido retirados, navegan con registros opacos, frecuentemente bajo pabellones de conveniencia y con el sistema de identificación automática (AIS) manipulado o apagado, una técnica conocida como spoofing.

Banderas de conveniencia y paraísos regulatorios

Entre las banderas más utilizadas por estas flotas se encuentran las de Comoras, Islas Cook, Palau, Gabón y Barbados. Solo en 2024, la ONG United Against Nuclear Iran detectó 22 nuevos tanqueros con bandera de Comoras incorporados a la flota clandestina iraní.

La facilidad de registro en Comoras ha convertido al pequeño archipiélago africano en uno de los principales proveedores de “banderas de conveniencia”. Compañías como Comoros Shipping Services Ltd, con sede en India, promueven sus servicios como la vía más “asequible y flexible” para armadores que deseen evitar regulaciones estrictas. También operan desde Omán, Chipre, Londres y Emiratos Árabes Unidos.

Este fenómeno no es exclusivo de Comoras. Según datos de Baird Maritime, solo en 2023 las Islas Marshall ingresaron 11 millones de dólares por el registro de más de 4.200 embarcaciones.

“El registro de estas flotas es una caja negra”, afirma Hieronymus Bosch, analista de riesgos marítimos. “No está claro quién se beneficia realmente: los Estados, las empresas privadas o ambos. Lo que sí es evidente es que banderas como las de Gabón o Comoras añaden serios riesgos para la seguridad marítima global”.

Operaciones en expansión

Además de Amuay, el puerto oriental de Jose también ha sido escenario de estas prácticas. El pasado 16 de junio, los supertanqueros Champ y Latitude realizaron una operación STS frente al cayo El Borracho, cerca de Puerto La Cruz, transfiriendo crudo proveniente del Complejo Petroquímico José Antonio Anzoátegui.

Estados Unidos ha advertido repetidamente que las transferencias STS, especialmente realizadas de noche, en aguas poco seguras y con AIS manipulados, constituyen una vía frecuente para violar sanciones internacionales. Aun así, la “armada fantasma” sigue navegando, y Venezuela se mantiene como una parada clave en su ruta clandestina hacia Asia.

Lea también
Comentarios
Cargando...