Arias Cárdenas a Versión Final: “Sociedad que no produce riquezas, desaparece”
Francisco Arias Cárdenas, gobernador de Zulia, recibió a Versión Final en su despacho. Habló de la situación político-económica del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), de cómo percibe la economía en la región y en el país y dio su lectura acerca del Referendo Revocatorio.
—Miguel Pérez Abad, vicepresidente para el Área Económica, en entrevista con José Vicente Rangel, dijo: “No supimos comunicar el modelo que estamos promoviendo”. ¿Qué piensa usted de esto y hacia dónde va el modelo político del Psuv?
—Creo que la presencia de Pérez Abad en el Gabinete dice de una línea de acción. Él es un empresario progresista. El planteamiento de nuestro programa de Gobierno no se cierra a excluir, ni a apartar, sino que suma e integra. La sola presencia suya lo dice y las propias líneas de acción que venimos desarrollando con cantidad de empresarios pequeños, medianos, grandes para impulsar la productividad y el desarrollo económico.
—¿Qué camino está tomando entonces el modelo económico y político del Psuv?
—Creo que está manteniendo su modelo. Nuestro modelo de alianza con todos los sectores y de impulsar y de promover asociaciones y organizaciones del poder popular para la nueva economía, para la economía productiva, para la economía social. Creo que nosotros a veces nos hemos quedado en no ir al fondo de la cuestión. El fondo de la cuestión es producir riquezas. Sociedad que no produce riqueza, desaparece. Y esa enfermedad no es una enfermedad nuestra de los socialistas, esa es una enfermedad del país, de todo el país que nos vino dando la cultura petrolera. Entonces, aquí el más capitalista, o el que se dice más capitalista de los capitalistas, está esperando no producir, sino el dólar petrolero. Nosotros, los socialistas, también nos pusimos a depender del dólar petrolero. Yo pienso que la revolución verdadera en Venezuela está ahí: en salir de la dependencia del dólar petrolero. Yo pienso que la más profunda de las revoluciones que podemos hacer es esa. Por eso yo creo que este es un momento estelar para nosotros.
—¿Cómo ve la cultura empresarial?
—Todos quieren divisas, ninguno o muy pocos quieren exportar más que ninguno porque sí los hay. Yo creo que esa es la enfermedad y el problema que tenemos. Y estamos tratando de solventarlo. Creo que el camino y los pasos que estamos dando son fuertes, son duros, pero estamos intentando. Creo que la política de precios va a ayudar. Siento que hay mucha gente con capacidad de producir que se va a sumar.
—¿Puede equilibrarse la economía?
—Por supuesto, aunque estamos frente a una situación compleja. Pero para ellos (la oposición) es como una enfermedad, una cosa (…) Esa enfermedad de la derecha que es mala, porque tú no puedes quemar la casa, porque al final quieren gobernar. Y van a incendiar Venezuela para gobernar. No se entiende.
—En relación con el tema económico: en Zulia, ¿cómo puedenpaliarse los efectos traumáticos de la escasez?
—Todo lo que podamos inventar es bueno. Hay una estrategia que ha venido manejando el Presidente y que ya estamos activando como un hecho con la entrega de las tarjetas de abastecimiento, que nos va a permitir organizar mucho las cosas y salir del subsidio del producto al apoyo y al subsidio a la persona que necesita el producto porque eso nos tenía como entrampados. Entonces, la forma en que nuestro gobierno estaba dando los apoyos a través del subsidio de los productos los rompió el contrabando, el bachaqueo nos lo destruyó.
—¿Por qué cree que no ha podido derrotarse el contrabando de alimentos y de gasolina en su totalidad? O sea, ¿cuál es el verdadero talón de Aquiles?
—Los precios y nuestra propia madurez como pueblo. El egoísmo que nos enseñaron “en el Reino de los Cielos, primero yo que mi padre”, o sea, “yo me llevo mi cosa y la vendo y el que está en la cola pasando necesidad, que está temblando, que viene a comprar su azúcar o su arroz, si no consigue, no me importa”. Yo digo que el tema de los precios es el fundamental y las comparaciones de precios nuestros con el precio de afuera. Por eso te hablaba del tema de darle la ayuda o el apoyo al que lo requiera, no al propio producto.
—¿Hay debate en el Psuv?
— Sí, sí creo que hay debate y hay buen nivel de debate y se discuten las ideas y se hacen las propuestas y se oyen las propuestas. Ese es un debate que tiene esas condiciones, es un debate serio. Este tema económico es un asunto de debate que el Presidente lo ha venido promoviendo y ha pedido ayuda y pide ideas.
—¿Y en el ámbito regional sucede lo mismo: hay debate?
— Sí, sí, igualito lo hacemos y lo conversamos y planteamos y a veces diferimos, pero vamos en conjunto cuando se toman las decisiones.
—Bueno, hay factores de la oposición que hablan de divorcio con Omar Prieto, o de alejamiento con algunos personajes de la política regional como el caso del Metro de Maracaibo, ¿eso está sucediendo?
—No, para nada. Omar es uno de nuestros mejores alcaldes y es un tipo trabajador, extraordinario, incansable. Si alguien ha hecho el esfuerzo para que Rafael Colmenárez esté ahí, soy yo mismo. Se lo planteé a Elías Jaua, cuando todavía estaba de vicepresidente ejecutivo, y Rafael es nuestro hermano y nuestro compañero. Puede ser que en alguna ocasión haya un debate, una discusión con una visión distinta, pero creo que está trabajando bien.
—Y el revocatorio, ¿piensa que es una salida política como plantean algunos?
—Pienso que el revocatorio no es una salida, sino una opción que da la propia Constitución. La figura constitucional es el referendo y el referendo es para todos los poderes públicos, bueno, y se activa de acuerdo con un reglamento, está establecido cómo se activa. Lo que pasa es que nadie puede decir “referendo y ya”, o sea, tiene que ir con las normas, pues. No para que el referendo se dé tenemos que agitar la calle. El referendo se da cuando se presentan las firmas, cuando se comprueban que las firmas son, cuando se fija el proceso, cuando se llama a la consulta. Y el revocatorio se da cuando ganan en la consulta los que quieren sacar al funcionario. Ellos saben cuántos votos tienen que sacar. Tienen que sacar más de siete millones, un voto más; pero eso es todo un proceso y yo digo que no hay ningún temor de que se dé. En las mesas es donde vamos a frenarlo, trabajando para cuando venga.