El diario plural del Zulia

¿Qué hay después de las sanciones de Trump?

Se esperan penalidades de otros países que apoyen la posición de EE. UU. Las consecuencias alcanzarían a todo el pueblo venezolano

El nivel de tensión aumenta a diario en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela. Las sanciones por parte del gobierno de Donald Trump mantienen su firmeza y elevan la presión política hacia los cargos más importantes del Gobierno venezolano.

La última restricción fue directamente a los funcionarios chavistas y su prohibición de entrada a EE. UU. A pesar de que las medidas son específicas, las consecuencias dejan en la incertidumbre a todo un país.

Estados Unidos, por su parte, respalda las medidas políticas y económicas con las que sanciona a la élite oficialista venezolana, bajo el argumento de proteger a sus ciudadanos. Consideran como una amenaza que el oficialismo no ceda ante la presión internacional, ni reconozca los errores que aumenten la crisis situacional en Venezuela.

Por otro lado, funcionarios públicos y máximos representantes del aparato ejecutivo venezolano muestran su rechazo a cada una de las restricciones y la califican como medidas unilaterales e ilegales, mientras evaden la polémica e intentan reforzar sus alianzas con otros países.

El panorama se vuelve turbio y las incógnitas de los venezolanos relucen con cada pronunciamiento de ambas partes. ¿Hasta dónde nos llevarán estás disyuntivas políticas? Expertos internacionalistas como Emilio Novel, José Romero y Milos Alcalay evalúan las dos posiciones y analizan los posibles escenarios.

Apartados del mundo

Lo primero que se vislumbra ante el análisis de los internacionalistas Emilio Novel y Milos Alcalay es el aislamiento geopolítico que Venezuela pudiera alcanzar tras futuras sanciones, por parte de otros países que ya se han pronunciado en desconocimiento del gobierno madurista, como Canadá, Chile, Argentina, Brasil, algunos países de la Unión Europea, entre otros.

Para Novel, el principal objetivo tras las sanciones del presidente estadounidense en contra de Venezuela se pueden interpretar como un intento por parte de la comunidad internacional, no de derrocar al presidente Nicolás Maduro y a todo su gobierno, sino de conseguir que este acepte el diálogo internacional y ceda a reformular medidas que resuelvan la crisis del país.

El análisis de José “Cheo” Romero señala otro punto de vista, para el especialista, Trump tiene objetivos que van más allá de solo presionar al Gobierno venezolano. “Venezuela siempre ha sido un punto geopolíticamente estratégico para Estados Unidos. Debemos tener en cuenta que Trump, a su vez, utiliza a Venezuela para mover el tablero internacional”.

Romero considera que los intereses concretos del gobierno de Trump confrontan al frente internacional en general, principalmente a Corea del Norte y países del Medio Oriente, por lo tanto, reitera que Venezuela pasa a un segundo plano solo como trampolín mediático, pues ha sido uno de los gobiernos que no cesa sus ataques discursivos contra el gobierno estadounidense.

El también profesor universitario, Milos Alcalay, cambia la perspectiva y admite que tras el incumplimiento de varios principios internacionales avalados jurídicamente, como la Carta Democrática Interamericana de Derechos Humanos, por parte del gobierno madurista, ha provocado el pronunciamiento de distintos países que buscan la reconstrucción del hilo democrático en Venezuela.

“El Gobierno se ha hecho de oídos sordos. Revierte sus responsabilidades y solo se encarga de atacar en contra del gobierno de los Estados Unidos con fuertes acusaciones”, comenta el internacionalista Alcalay, al mismo tiempo reconoce lógicas las medidas que el presidente Trump toma, según dice, en respuesta a todos los incumplimientos y las respuestas agresivas por parte del presidente venezolano, ante los pronunciamientos de la comunidad internacional.

“Cualquier gobierno sensato del mundo que sepa que está aislado de la comunidad internacional, que está en un rechazo categórico en el plano internacional lo que haría es buscar mecanismos reales, efectivos y serios que solucionen de forma pacifica”.

Sin embargo, a juicio del internacionalista Alcalay, el Gobierno venezolano se mantiene estancado en un dialogo que no genera soluciones y que continuarán definiendo el principal motivo de todas las sanciones que en un futuro se puedan ejecutar.

“La comunidad internacional, tanto a nivel bilateral como a nivel multilateral, ha visto, no solo con preocupación sino con indignación la ausencia de verdaderas respuestas a la dramática situación de colapso que padece Venezuela”.

Consecuencias económicas

Según Alcalay, el ciudadano venezolano está en una situación imposibilitada de reaccionar ante las medidas de un Gobierno que no escucha a los sectores más importantes, como el empresarial, para tomar decisiones en materia económica como las más recientes propuestas del Gobierno venezolano, de sustituir el sistema de cambio monetario a una moneda distinta del dólar americano.

Abandonar el dólar eso es una locura, no tiene ningún fundamento”, asegura Emilio Novel, señala el decaimiento que la economía venezolana puede alcanzar, pues la mayoría de las operaciones financieras con las que Venezuela mueve sus importaciones y exportaciones utilizan como moneda universal el dólar.

La utilización de la moneda asiática, por ejemplo, limitaría a Venezuela a solo comercializar con países donde se maneje este cambio monetario, causando así la reducción en el mercado internacional para el país.

Sin embargo, según Novel, los países que hasta hoy han respaldado al Gobierno venezolano, como China y Rusia, solo mantendrán su posición hasta donde sus intereses económicos no se vean afectados.

“China, en el ámbito económico, ya ha presionado a Venezuela. Ellos también ven a largo plazo no solo el momento coyuntural actual”, añade Novel.

Romero confiesa que al alejarse completamente de Estados Unidos, Venezuela intentará aliarse con países que respeten su posición política.

Sin embargo, Alcalay aclara que la principal preocupación por el Gobierno venezolano debe ser centrarse en mantener relaciones con países vecinos como Colombia y Brasil.

Bajar la presión

El internacionalista Emilio Novel apuesta por la vía optimista, donde la solución estaría encaminada con un diálogo o negociación entre la oposición venezolana y el gobierno de Nicolás Maduro supervisado por un organismo internacional, de esta forma se lograría bajar la presión internacional que acorrala a Venezuela, de lo contrario, el país no saldría de su crisis.

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