Promesa de González Urrutia de tomar posesión el #10Ene revela la existencia de un plan

Es indiscutible. El discurso de Edmundo González Urrutia cambió y la patente se registró el pasado viernes 4 de octubre durante en rueda de prensa en el marco del Foro La Toja-Vínculo Atlántico, en Madrid, España, y ante un auditorio en el que resaltaban el líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que con el resto de dirigentes políticos españoles presentes se solidarizaron con él con un prolongado aplauso y saludos de respaldo al término de su discurso.
Yo voy a ir el 10 de enero a tomar posesión de mi cargo como presidente electo de Venezuela”, recalcó en aquella oportunidad. Y al ser consultado sobre el futuro que pueda tener Nicolás Maduro, expresó: “El que él desee”. En su intervención se reivindicó como presidente electo de Venezuela y aseguró que su estancia en España era temporal.
“Sí. Hay un cambio en la actitud y en la narrativa de Edmundo González Urrutia. Y eso a mí me ha llamado mucho la atención, como a mucha gente supongo, porque uno no tiene la impresión de que González Urrutia sea un señor temerario o que hable por hablar. Es muy comedido en las cosas que dice, muy ponderado”, señaló Carmen Beatriz Fernández, consultora y profesora de Comunicación Pública de la Universidad de Navarra.
En el programa En Conexión, con César Miguel Rondón, Fernández reveló que se ha “dado a la tarea” de observarlo cómo habla, qué dice, qué es lo que gesticula, cómo actúa cuando dice lo que dice, y tras hacerlo, tiene la impresión de que el líder opositor venezolano está convencido que tomará posesión el 10 de enero. “Si se lo cree, es porque hay un plan y hay una estrategia para llevar a cabo ese plan. Más allá de eso no manejo información privilegiada”, aclaró.
Con miedo no se va a la guerra. Por eso es que yo estoy convencido de que voy a viajar a Venezuela, por alguna vía, para tomar posesión”, había manifestado González Urrutia en un evento la semana pasada, a propósito del Día Internacional de los Derechos Humanos.
González Urrutia incluso mantenía cierta cautela con respecto a nombramientos de un hipotético gabinete en un eventual gobierno de transición con él al frente. Eso también cambió y en una reciente entrevista concedida al diario español El País, anunció sin titubeos, que María Corina Machado sería la vicepresidenta ejecutiva.
Estoy mentalmente preparado para el regreso a Venezuela. Mi objetivo es tomar posesión del cargo para el que fui electo y, de ahí en adelante, tomar las decisiones que haya que tomar”, destacó González Urrutia en la entrevista con El País.
Para la especialista en comunicación política y también consultora de marketing político, que tome posesión González Urrutia el 10 de enero de 2025 es la mejor solución para el país, pero también para la propia nomenclatura alojada en el poder. “Y en la medida que ese escenario se haga más evidente para quienes están sosteniendo el poder, podrían hacerle cambiar de opinión a Maduro". Recuerda que hasta el 10 de enero “el pecado de Maduro” sería ocultar los resultados electorales, pero desde el 11, “el pecado sería mucho más grave": “Usurpar el poder de una victoria que le pertenece electoralmente a otro”.
10 de enero, la no fecha final
Desde Buenos Aires, Argentina, Walter Molina, politólogo y académico en ámbitos de liderazgo social y gerencia de la Administración Pública con enfoques en Campañas Electorales, Control y Seguimiento de Gestión, Logística, Red de Distribución, Planeación Estratégica y Manejo de Redes Sociales, asegura que no tiene la menor idea de cómo ni cuándo entrará al Venezuela, González Urrutia, a quien considera el “presidente electo” tras las elecciones de julio.
Y así es, precisamente, como debe ser. Por otro lado, la nomenclatura chavista debe hacerse preguntas similares a las nuestras: ‘¿Cómo? ¿Por dónde? ¿Cuándo? ¿Con ayuda de quién? ¿Acompañado por cuántos y por quiénes? Y si logra entrar, ¿qué? Y ese es un desgaste…”, advirtió Molina, quien puso en la mesa lo sucedido hasta ahora con María Corina Machado “¿Saben dónde está y no la han querido detener? ¿Es tan costosa esa detención o esperan un momento específico? Y si no saben dónde está, ¿la inteligencia está funcionando bien, esa que debería encargarse de evitar que Edmundo entre a Venezuela?”, añadió en X.
Para el politólogo, el 10 de enero no es la ‘fecha final’, pero sí una que genera ansiedad y desvelos, principalmente para aquellos que no confían en quienes tienen al lado. “Más para aquellos que miran hacia adentro y ven un país que los desprecia, y ven hacia afuera y ven la llegada de más presión internacional justo como cuando a sus amigos les cuesta un poco darles una mano... ya saben, como le pasó al carnicero aquel de Siria”, comparó.
Si bien aseguró que no sabe cuál es la estrategia de quienes lideran la política por Venezuela lucha, tiene fe de que los protagonistas la tengan bien armada. “Tampoco sabíamos que el 29 de julio tendríamos más de la mitad de las actas que demostraban nuestra victoria, subidas a una página web. Así que, en estos casos, tal vez es mejor ‘no saber’. Lo que sí tenemos claro es que nueve de cada diez venezolanos, dentro y fuera del país, sentimos, queremos y necesitamos lo mismo: ser libres. Y cuando eso ocurre, el muro siempre se rompe, aunque no sepamos el día y la hora”.