Partido Centro Democrático condena asedio a la Embajada de Argentina

Desde la Dirección Nacional del Partido Centro Democrático, expresamos nuestra más firme condena al asedio perpetrado contra la Embajada de Argentina, que, en este contexto, se encuentra bajo la protección de Brasil. Este acto violento no solo cuestiona la soberanía de un país, sino que también representa un claro ataque a los derechos humanos y la dignidad de aquellos que buscan refugio y protección en el exterior.

Yandir Loggiodice, Secretario General del Partido Centro Democrático, ha subrayado la postura de nuestra organización política, la cual rechaza vehemente el asedio que sufren seis de nuestros compañeros del Comando con Venezuela, quienes están asilados en la mencionada embajada. Es urgente que el Gobierno de Brasil se pronuncie de manera seria y contundente sobre la situación crítica que enfrentan nuestros compatriotas. Cada día que pasa, los relatos sobre el deterioro de las condiciones de vida de nuestros compañeros en la embajada se vuelven más alarmantes. Es incomprensible que Maduro haya transformado la Embajada de Argentina en una suerte de cárcel, similar a las más de dos mil que existen en Venezuela, donde cientos de presos políticos sufren el embate de un gobierno que no reconoce derechos ni garantías fundamentales.

Los compañeros que actualmente se encuentran en la embajada buscaban escapar de la grave persecución que Maduro ha desatado contra quienes se atreven a alzar la voz en defensa de la Democracia. La situación se ha agravado exponencialmente tras las elecciones del 28 de julio en Venezuela, un proceso electoral que ha puesto de manifiesto la ausencia de derechos humanos, derechos políticos y el incumplimiento de tratados internacionales. La persecución, el amedrentamiento y la prohibición de acceso a alimentos, agua potable y suministro eléctrico han sido estrategias del gobierno para forzar a nuestros compañeros a rendirse, a claudicar en una lucha que es legítima y necesaria: defender los resultados de esa elección, que el pueblo venezolano delegó en el liderazgo de María Corina Machado y el movimiento político que representamos.

El Partido Centro Democrático hace un llamado a la comunidad internacional para que se pronuncie enérgicamente sobre la situación de aquellos testigos y activistas políticos que han sido atropellados. La irresponsabilidad del gobierno al hablar de nuevos procesos electorales como si nada hubiera sucedido, así como su intento de ocultar la realidad de los presos políticos, es una burla a la inteligencia de los venezolanos y a la comunidad internacional.

La conmovedora carta enviada por la adolescente María González, en la que expresa su angustia y sufrimiento por las humillaciones y maltratos que vive a diario en este lugar que se ha convertido en una prisión, es un claro testimonio del desamparo que enfrentan los detenidos en el gobierno de Maduro. Desde nuestra organización, que aboga por los valores y principios humanistas y cristianos, exigimos nuevamente a la comunidad internacional, así como a la Corte Penal Internacional, que envíen expertos que puedan constatar las condiciones de salud, tanto física como mental, de todos los detenidos en el Helicoide y otros centros de reclusión. Este es un aspecto fundamental, ya que las familias de estos jóvenes realizan enormes esfuerzos para visitarlos y mantener su esperanza viva en un futuro donde la democracia prevalezca.

Es inaceptable que se haya silenciado la verdad en un proceso electoral que, a pesar de todas las dificultades, brindó una oportunidad para que la unidad democrática presentara un candidato que logró derrotar a Nicolás Maduro. Aprovechamos esta ocasión para exigir que, a partir del 10 de enero, se respete el artículo 5 de la Constitución, que establece que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo. El pueblo de Venezuela ha tomado una decisión clara, y tanto Nicolás Maduro como sus cómplices están obligados a respetar dicha decisión.

Nuestro compromiso como Partido Centro Democrático es, y seguirá siendo, la defensa de los derechos humanos y la lucha por una Venezuela libre y democrática. No cejaremos en nuestros esfuerzos por visibilizar y condenar la situación de quienes, en condiciones adversas, continúan defendiendo principios de justicia, verdad y democracia. La comunidad internacional debe conocer la realidad de Venezuela y actuar en consecuencia, para que Maduro rinda cuentas por sus violaciones a los derechos humanos y se restablezca un orden democrático que garantice el bienestar de nuestro pueblo.