No basta que liberen el sistema cambiario
Las correcciones en las desviaciones de la política económica deben comenzar por enmendar las distorsiones cambiarias, según aseveró Víctor Álvarez, economista e investigador del Centro Internacional Miranda.
“Esta es una medida necesaria pero no suficiente”, precisó que debe ser complementada con otras medidas que involucren la política fiscal, monetaria, de precios y que permitan recuperar los espacios para las políticas agrícolas, industriales y tecnológicas.
El ganador del Premio Nacional de Ciencia explicó que la liberación de precios debe darse en dos “grandes momentos”. Comenzaría con la unificación del sistema, en la que las tres tasas cambiarias que coexisten y que guardan un amplio margen de diferencia, la tasa Dipro en 10 bolívares por dólar, la tasa Dicom que logró superar el umbral de los 500 bolívares por dólar, y el paralelo que casi duplica al Dicom.
Las diferencias entre las tres tasas de cambio generan distorsiones en el proceso de formación de precios, aclaró Álvarez. El contraste entre las tasas Dipro y Dicom representan “un incentivo perverso para todos los especuladores cambiarios”, recalcó el economista.
Pues quienes logran capturar el dólar a un precio preferencial terminan vendiéndolo a un precio mayor o importando y tarifando los productos al dólar paralelo. La unificación del régimen de cambios múltiples en una sola tasa permitiría erradicar las primeras distorsiones que surgieron a raíz de la aplicación del sistema cambiario.
Además, para el investigador, el nuevo precio de las divisas debería calcularse de forma que exprese la verdadera utilidad de la agricultura y de la industria nacional, para que se puedan sustituir de manera eficiente las importaciones y se logre dar un respaldo cambiario a las exportaciones no petroleras.
Finalizado el primer “momento” llegaría la esperada “liberación del mercado cambiario”, en el que, fuera de generar una fuga de capitales, “como plantean algunos voceros del Gobierno, que se resisten a adaptar la medida”, sería un incentivo para la repatriación de capitales que están depositados en el exterior para el aumento de las inversiones extranjeras y se obtendría una fuente adicional de divisas.
“La segunda fase debe ir de la mano de la corrección de los problemas fiscales, monetarios y en formación de precios”, añadió el experto en materia económica, quien afirmó que la unificación ayudaría a corregir el déficit de Pdvsa.
Cuatro fuentes de divisas
El aumento de las inversiones extranjeras, el respaldo cambiario para las exportaciones no petroleras, la repatriación de capitales depositados en el extranjero y el incentivo del turismo internacional, se convertirían en las nuevas fuentes de obtención de divisas, tras la liberación del mercado cambiario, y complementarían el menguado ingreso petrolero.
A su vez, la misma dinámica del mercado, oferta y demanda, ajustará el nuevo precio “real” de las divisas para evitar las distorsiones que existen actualmente en las políticas cambiarias, detalló Álvarez.
“Al mantener durante largos años una tasa de cambio artificialmente baja, generó una demanda desmesurada y desproporcionada en comparación con las condiciones reales de la economía venezolana y que dio pie a todos los delitos cambiarios”, acotó el economista.
Los delitos ligados al régimen de divisas van desde la sobrefacturación de las importaciones, la subfacturación de exportaciones, empresas de maletín, hasta la reventa del cupo electrónico y los conocidos “rapa cupos”, que se convirtieron en las distorsiones más notorias del régimen cambiario.