Nervis Villalobos, investigado por sobornos, reaparece en trama judicial que salpica al gobierno español

Nervis Villalobos, exviceministro de Hugo Chávez Frías, acusado de ser uno de los responsables de la crisis eléctrica en Venezuela y por tener un rol protagónico en la trama de corrupción relacionada con la petrolera estatal venezolana PDVSA, reapareció en la prensa española en el marco de una investigación periodística que lo relaciona con los ataques recibidos por el juez Juan Carlos Peinado, instructor del caso que investiga a Begoña Gómez, esposa del presidente del gobierno de Pedro Sánchez.
El trato, según fuentes conocedoras del encuentro consultadas por el medio español, consistía en que Villalobos accediera a comparecer en la comisión de investigación sobre la llamada Operación Cataluña, en el Congreso de los Diputados, y aprovechara su intervención para denunciar públicamente haber sido víctima del juez Peinado. “A cambio, según las mismas fuentes, se le prometió un informe parlamentario que reconocería su supuesta condición de afectado por actuaciones irregulares de unas supuestas cloacas del Estado”, se lee en el reportaje.
La reunión habría tenido lugar en la cafetería Starbucks del centro comercial La Moraleja Green de Alcobendas (Madrid). Junto a Díez y Villalobos participaron también el expresidente del FC Barcelona, Sandro Rosell y el empresario Javier Pérez Dolset, conocido por su papel como fundador y máximo accionista de Zed Worldwide, imputado en la Audiencia Nacional por fraude de subvenciones, insolvencia punible y por supuestamente desviar de forma irregular fondos de su empresa.
Amigo de Sandro Rosell
Sandro Rosell conoció a Nervis Villalobos durante el tiempo que ambos coincidieron en prisión provisional en la cárcel de Soto del Real. Rosell estuvo privado de libertad entre mayo de 2017 y febrero de 2019 por acusaciones graves —como organización criminal y blanqueo de capitales— de las que finalmente fue absuelto por la Audiencia Nacional.
Por su parte, Villalobos fue detenido en Madrid en octubre de 2017 tras una orden internacional de arresto emitida por Estados Unidos, acusado de participar en una trama de corrupción relacionada con la petrolera estatal venezolana PDVSA. El juez Peinado, titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, ordenó entonces su ingreso en prisión provisional, donde permaneció hasta septiembre de 2018.
Poco después de su puesta en libertad, en octubre de ese mismo año, volvió a ser arrestado en el marco de la Operación Carabelas, una investigación impulsada por la Fiscalía Anticorrupción y ejecutada por la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) de la Policía Nacional.
Esta operación tenía como eje central una red de blanqueo de capitales a través de la firma Columbus y un vehículo financiero denominado Swiss Invest, ambos utilizados presuntamente para canalizar fondos irregulares procedentes de Venezuela. En diciembre de ese año, la Audiencia Provincial de Madrid volvió a decretar la libertad para Villalobos. La Audiencia Provincial archivó la causa de la Operación Carabelas.
Una estrategia pactada
En ese contexto, Villalobos fue contactado por los emisarios vinculados al PSOE, quienes le ofrecieron una salida política a su situación reputacional. La propuesta fue clara: participar en la comisión parlamentaria sobre la Operación Cataluña —una iniciativa impulsada por el Gobierno y sus socios para denunciar presuntas prácticas ilegales del Estado durante el mandato del PP— y señalar directamente al juez Peinado como actor de una supuesta persecución judicial.
El acuerdo incluía un elemento clave: la promesa de que la Mesa del Congreso le proporcionaría un documento oficial elaborado por expertos que lo reconocería como víctima de prácticas irregulares. Este informe aún no ha sido entregado, pero, según las fuentes consultadas, el exviceministro de Chávez mantiene la expectativa de que le sirva para limpiar su imagen pública tanto en España como ante instancias internacionales.
Señalar al juez Peinado
Y así sucedió. El pasado 28 de noviembre, Villalobos acudió a la comisión. Allí, el exministro venezolano acusó a Peinado de vulnerar sus derechos, bloqueando cinco años sus cuentas bancarias y teniéndole trece meses en prisión provisional, y cree que lo hizo por colgarse “medallas” ante el Gobierno del PP.
Villalobos fue citado por PSOE y sus socios ante la comisión de investigación de la llamada Operación Cataluña porque el comisario jubilado Marcelino Martín Blas, que fue jefe de Asuntos Internos de la Policía en el Ministerio del Interior del primer Gobierno de Rajoy, le citó en su declaración y dijo que había sido encarcelado por el juez Peinado.
Después, una sentencia del Tribunal Constitucional le acabó dando la razón.
Hay que destacar que el comisario Martín Blas fue jefe del policía íntimo de José Luis Ábalos, el inspector Rubén Eladio, quien, con una trayectoria limitada en la Policía -ingresó en el cuerpo en marzo de 2009 a los 34 años- fue nombrado director de Emergencias y Coordinación y Gestión de Crisis del Ministerio de Fomento, que entonces dirigía el exnúmero 3 del PSOE.
Durante el encuentro en La Moraleja, Javier Pérez Dolset lanzó un comentario con sorna a Villalobos: “Tú y yo tenemos un enemigo en común”. Se refería al fiscal anticorrupción José Grinda, que ejerce la acusación en causas que afectan tanto a Villalobos como a Pérez Dolset.
Grinda representa al Ministerio Público en el llamado caso del Grupo Zed, en el que está imputado Pérez Dolset, y también en el caso Duro Felguera, una investigación sobre una presunta trama de sobornos vinculada a la construcción de una central termoeléctrica en Venezuela. La Audiencia Nacional ya ha ordenado la apertura de juicio oral contra Villalobos por este asunto.