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Maduro refuerza alianza con Rusia y China: ¿Un oxígeno económico ante sanciones de EE. UU?

El analista político Osnel Gómez advirtió que el acercamiento a Moscú y Pekín aleja aún más a Venezuela de una eventual negociación con Washington. Para el politólogo Jorge Morán, Venezuela tiene poca importancia geopolítica en estos momentos. Señala que el vínculo con China y Rusia sigue siendo necesario para el gobierno de Maduro

Después de una larga gira por Rusia para participar en las celebraciones del 80 aniversario de la victoria rusa sobre el nazismo, el presidente Nicolás Maduro retornó el lunes a Caracas, donde ofreció detalles de su visita a Moscú y aseguró que entre ambas naciones existe "una sintonía perfecta".

En un momento en que Venezuela enfrenta las sanciones de EE. UU. y una economía inestable, el mandatario venezolano, en un intento de afianzar su alianza con Putin, firmó un acuerdo de cooperación estratégica y asociación por un periodo de 10 años, medida que, aseguró, "da un importante impulso en la relación de cooperación integral entre ambos países".

El politólogo Osnel Gómez asegura que este acuerdo firmado con Rusia es el primero de su tipo en América Latina y señala que tiene como principal objetivo contrarrestar la idea de que Venezuela es un Estado marginado.

Al vincularse más profundamente con Moscú y Pekín, el gobierno de Maduro no solo accede a inversiones y tecnología en contexto de aranceles impuestos desde Washington a China, sino que proyecta la imagen de un actor con opciones en un mundo multipolar", aseguró Gómez.

Para el analista político, la visita del mandatario venezolano a Rusia no fue un gesto protocolario, sino un movimiento calculado con implicaciones geopolíticas, económicas y simbólicas.

El simbolismo de la visita fue clave. Al asociar su lucha contra las sanciones occidentales con la narrativa rusa de "la victoria contra el fascismo", Maduro reforzó su discurso antiimperialista ante su base doméstica", agregó.

Gómez señala que el verdadero desafío del gobierno está en traducir estos gestos en beneficios concretos para una población golpeada económicamente en un contexto preelectoral.

Oxígeno económico

Asimismo, el politólogo y profesor universitario, Julio Urribarri, destaca que las medidas tomadas por Estados Unidos de revocar los permisos a las empresas petroleras que operan en el país han generado complicaciones económicas, lo que, a su juicio, obliga al gobierno a buscar un "oxígeno" en los diferentes polos existentes en el mundo para buscar una salida a la crisis.

Urribarri señala que el mandatario venezolano busca otro tipo de financiamiento distinto al capital estadounidense, por lo que aprovecha sus alianzas con países como China y Rusia para convertir esos recursos en moneda de intercambio mundial con la finalidad de oxigenar la economía venezolana.

Con los capitales rusos y chinos, aunado a las alianzas que han venido haciendo, Venezuela pretende oxigenarse. Vemos cómo China se muestra muy ansiosa por negociar con los países latinoamericanos y esto le cae como anillo al dedo al gobierno venezolano", mencionó.

El experto en opinión pública advirtió que Venezuela no debe preocuparse solo de lograr alianzas con estos países, pues asegura que lo más importante es que las posibles negociaciones se realicen en igualdad de condiciones para todos los involucrados.

No es solamente lograr las alianzas, ni la disposición ni la actitud política. También se deben realizar en igualdad de condiciones porque Venezuela es un atractivo muy importante para el mundo y ni China ni Rusia que necesitan de esos recursos naturales le van a sacar el cuerpo a unas negociaciones importantes que ojalá no marquen la desigualdad y vengan a oxigenar el sistema económico venezolano", dijo.

Rusia y China como socios estratégicos

Para el politólogo Jorge Morán, Venezuela tiene poca importancia geopolítica en estos momentos y su papel como productora de bienes y servicios poco puede aportar, salvo petróleo, gas y algunos bienes primarios.

El experto señala que el vínculo con China y Rusia sigue siendo necesario para el gobierno de Maduro, aunque señala que el gobierno no cuenta con más opciones.

Es lo que tiene a mano el gobierno nacional y a Rusia le interesa, sobre todo, para mantener su influencia política en otras latitudes, muy golpeada por los efectos de la invasión a Ucrania y la caída del régimen de Al Assad en Siria", destaca Morán.

En el caso de China, asegura que Venezuela no es un país muy importante, situación que, explica, ha llevado al gigante asiático a ampliar su influencia hacia otros países de América Latina con economías mucho más sólidas.

Por su parte, el politólogo Osnel Gómez afirma que China es el mayor socio comercial de Venezuela y sigue siendo el pilar económico, con inversiones críticas en infraestructura y minería.

El analista político explica que estas alianzas son vitales para sortear el cerco financiero de EE. UU. y la Unión Europea, pero no están exentas de riesgos.

La dependencia de capital y tecnología rusos y chinos podría limitar la autonomía venezolana a futuro, repitiendo dinámicas de dependencia que Caracas denuncia con Occidente", advirtió.

Beneficios reales o geopolítica de supervivencia

Tras su llegada a Venezuela, Maduro aseguró que su gira por Rusia generará inversiones en sectores estratégicos.

Vamos a trabajar en un nuevo acuerdo para abrir, aún más, las compuertas de la ruta comercial entre Rusia y Venezuela, la transferencia en tecnología de punta para la educación, la ciencia y en el área militar", informó el mandatario.

Sin embargo, Osnel Gómez indicó que los anuncios realizados por el jefe de Estado no siempre se ven concretados en la realidad de los venezolanos.

Con Rusia, inmersa en su conflicto con Ucrania y bajo sanciones, tiene capacidades limitadas para financiar proyectos ambiciosos en Latinoamérica", mencionó Gómez.

Además, el analista político advirtió que el acercamiento a Moscú y Pekín aleja aún más a Venezuela de una eventual negociación con Washington, clave para un alivio sostenible de sanciones.

Venezuela se encuentra actualmente jugando al ajedrez en un tablero fracturado. Su estrategia de multiplicar alianzas con actores dispuestos a desafiar a Occidente es comprensible, pero insuficiente si no logra convertirla en desarrollo tangible", sentenció.

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